El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong-un, planean reunirse en Vietnam a fines de febrero, en su segundo cara a cara después de la cumbre de Singapur del año pasado, informaron este viernes medios estadounidenses.
Dos altas fuentes vinculadas a la Casa Blanca, citadas por la cadena CNN, dijeron que el plan es que la segunda cumbre entre Trump y el líder norcoreano se celebre en la ciudad costera vietnamita de Da Nang. Los últimos detalles de la organización están siendo ajustados, aunque las especulaciones acerca de celebrar el encuentro en Vietnam están circulando desde hace tiempo.
La Casa Blanca había anunciado la segunda reunión entre los dos líderes el 18 de enero pasado, después de las conversaciones con Kim Yong Chol, el principal negociador de Corea del Norte en temas nucleares.
La primera reunión entre ambos mandatarios se llevó a cabo en junio del año pasado en Singapur. En ese momento, se pusieron de acuerdo en «trabajar hacia la desnuclearización total de la península de Corea». Sin embargo, las negociaciones parecen haberse estancado desde entonces.
Las fuentes citadas por la CNN aseguraron además que el .presidente de China Xi Jinping apoya la cumbre.
El jueves el principal enviado del Departamento de Estado para Corea del Norte, Steve Biegun, dijo que Estados Unidos no busca invadir el país asiático. «El presidente Trump está listo para poner fin a esta guerra», dijo Biegun en un discurso en Stanford, según reportó la agencia de noticias ANSA.
«Se acabó. Ya está hecho. No vamos a invadir Corea del Norte. No buscamos derrocar al régimen de Corea del Norte», agregó.
Sin embargo, Biegun desestimó la posibilidad de que Washington acepte retirar las tropas de Corea del Sur como una concesión a Kim Jong-un.
El martes, Trump reprendió públicamente a sus agentes de inteligencia después de que habían contradicho varias de sus afirmaciones de política exterior, incluida Corea del Norte, durante una audiencia en el Senado.
El director de Inteligencia Nacional, Dan Coats, dijo durante una audiencia que es poco probable que Corea del Norte «abandone por completo sus armas nucleares».