El presidente de Estados Unidos dijo que su país no hará lo mismo en la búsqueda de una cura para el Covid-19
El presidente Donald Trump emitió este viernes una crítica velada al registro de una vacuna que anunció Rusia, al afirmar que «se saltó ciertos ensayos» para desarrollar el producto, y que Estados Unidos no hará lo mismo, mientras la pandemia avanza sin control en el país, que reporta la mayor cifras de casos, más 5,2 millones y casi 168.000 decesos.
«No sabemos mucho sobre ella, esperamos que funcione, de verdad, esperamos que funcione. (Pero) se saltaron ciertos ensayos, y nosotros creemos que es importante atravesar todo el proceso», dijo Trump durante una rueda de prensa en la Casa Blanca.
El mandatario republicano se hizo eco así del escepticismo expresado por varios expertos sanitarios de su Gobierno, incluido el principal epidemiólogo estadounidense, Anthony Fauci, sobre la vacuna que anunció el martes el presidente ruso, Vladímir Putin, llamada Sputnik V.
El director de los Institutos Nacionales de Salud, Francis Collins, comparó ayer con una «ruleta rusa» la decisión de los desarrolladores de la vacuna en Rusia de saltarse lo que describió como «partes fundamentales» del proceso de aprobación.
Además, Trump insistió en que los laboratorios estadounidenses están también «muy avanzados» en su desarrollo de la vacuna y que anunciarán algo «en un futuro no muy distante».
El mandatario reseñó que Estados Unidos ya tiene «tres candidatas en ensayos clínicos de fase tres», y que en el momento en el que una de ellas se apruebe, ya estarán disponibles 100 millones de dosis para vacunar a los estadounidenses «antes de fin de año», con el objetivo de producir «poco después» 500 millones más.
En ese sentido, Trump anunció un acuerdo con la distribuidora médica McKesson para repartir rápidamente las vacunas una vez haya una candidata viable, dentro de la operación «Warp Speed» (velocidad máxima) que su Gobierno emprendió para acelerar y coordinar el desarrollo de esas inmunizaciones contra el coronavirus.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recibió esta semana con cautela la noticia de que Rusia había registrado la primera vacuna del mundo contra el coronavirus, y señaló que esta, como el resto, deberá seguir los trámites de precalificación y revisión que marca el organismo.
La vacuna rusa no figuraba entre las seis que, según señaló la OMS la semana pasada, estaban más avanzadas.
El organismo con sede en Ginebra había citado entre esas seis a tres candidatas a vacunas desarrolladas por laboratorios chinos, dos estadounidenses (de las farmacéuticas Pfizer y Moderna) y una británica, desarrollada por AstraZeneca en colaboración con la Universidad de Oxford.