El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, arremetió hoy contra el fiscal especial Robert Mueller y un grupo de demócratas a los que acusó de «odiadores», luego de que los legisladores opositores redoblaran la presión para que se le abra un juicio político al presidente por haber intentado obstruir la Justicia en relación al Rusiagate.
«Pese a que el Informe Mueller en primer lugar no debería haber sido autorizado y a que fue escrito de la manera más desagradable por 13 (18) demócratas enojados que son verdaderos odiadores de Trump, incluido el conflictivo Bob Mueller, el resultado final es No hubo Colusión, No hubo Obstrucción», aseveró el mandatario en Twiiter.
A continuación, escribió otro mensaje en el que acusó a los medios de comunicación de estar haciendo todo lo posible para hacer enojar a la gente y que eso repercuta en las encuestas pero nadie dice que las conclusiones son que no hubo colusión ni obstrucción.
Las conclusiones de la investigación del fiscal especial Mueller acerca de si el equipo de campaña de Trump y funcionarios rusos cercanos al Kremlin se coordinaron para perjudicar al partido demócrata en las elecciones fueron publicadas el jueves pasado.
El informe, del que ya se habían anticipado sus resultados, fue enviado al Congreso con algunas partes censuradas para no perjudicar la investigación.
El presidente de la comisión de Justicia, Jerrold Nadler, consideró que el informe por sí solo es insuficiente y convocó al fiscal especial a responder algunas preguntas. Además, solicitó al Departamento de Estado una versión completa del documento.
Los resultados del informe sostienen que no hay «pruebas suficientes» de que haya habido colusión u obstrucción, aunque detallan los esfuerzos del mandatario por intentar correr de la fiscalía a Mueller o desactivar la investigación.
Los líderes del Partido Demócrata insisten en ir paso a paso en la supervisión del caso por parte de la Cámara, aunque son presionados por las nuevas figuras del partido y de algunos donantes.
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, rechazó ayer hablar de juicio político y subrayó que el Poder Judicial se limitará a cumplir con su rol de control y equilibrio de poderes.
Pero el enfoque de Pelosi ha resultado insuficiente para las figuras ascendentes del partido, que consideran que Trump no es apto para el cargo y subrayan que el informe de Mueller no lo exonera.
La representante por el distrito de Nueva York Alexandria Ocasio-Cortez sumó su firma al pedido de juicio político elaborado por su compañera de bancada Rashida Tlaib.
Asimismo, la senadora y precandidata presidencial demócrata Elizabeth Warren afirmó ayer que la Cámara de Representantes «debería iniciar un proceso de juicio político contra el presidente». También algunos empresarios empezaron a presionar abiertamente para que la Cámara inicie un proceso.
El multimillonario Tom Steyer, un administrador de fondos de cobertura, filántropo y recaudador de fondos estadounidense recordó que «el informe de Mueller describió claramente la obstrucción del presidente y básicamente dijo que no puede hacer nada al respecto, le corresponde al Congreso responsabilizar al presidente».
Los demócratas de más peso, sin embargo, se han mostrado más favorables a buscar que la investigación siga su curso y apelar al juicio político como última opción. Nadler espera que el Departamento de Justicia cumpla con el envío del informe completo antes del 1 de mayo.
El mismo día, el fiscal general William Barr testificará ante una comisión del Senado y un día antes ante Nadler.
Barr envió al Congreso una versión redactada del informe de Mueller, descartando varios tipos de material, incluida información clasificada, material relacionado con investigaciones en curso y pruebas del gran jurado.