Más de 37 millones de españoles acuden hoy a una triple cita con las urnas -municipales, regionales y europeas- que servirá para medir la fortaleza de la izquierda liderada por el presidente socialista Pedro Sánchez y la resistencia de la derecha y extrema derecha a menos de un mes de los comicios generales.
Los españoles están llamados a elegir los gobiernos municipales en todo el país y los Ejecutivos regionales en 12 comunidades autónomas, todas menos Cataluña, Andalucía, País Vasco y Galicia, en más de 8.000 centros habilitados entre las 9 de la mañana (4 de Argentina) y las 20 (15 de Argentina).
Además, los comicios coinciden con las elecciones al Parlamento Europeo, en el que España decide los 54 diputados a los que tiene derecho España.
La participación en las elecciones municipales era de un 35.16%, un punto más en comparación a los últimos comicios de 2015 (34.78%.), de acuerdo con los primeros datos facilitados por las autoridades a las dos de la tarde.
Respecto a las europeas la participación subió casi once puntos, de un 23,87% en 2014 a un 34,69%.
«Hoy es un día muy importante para nuestro país. (…) ¿Qué se decide hoy? Si queremos seguir avanzando, en justicia social, en convivencia y regeneración democrática», dijo el presidente Sánchez, tras ejercer su derecho al voto en un colegio de Pozuelo de Alarcón, Madrid.
Los sondeos sitúan al Partido Socialista (PSOE) de Sánchez en primer lugar, aunque el foco estará en algunas batallas claves como la del gobierno regional de Madrid, que el conservador Partido Popular (PP) de Pablo Casado podría perder en manos de los socialistas tras 24 años de hegemonía.
El PP se juega conservar su liderazgo en la región de Madrid y otros feudos en los que corre el riesgo de ceder terreno a Ciudadanos.
Esta elecciones son un «contrapeso» respecto a las generales y permitirán «controlar y atenuar» los efectos de las medidas del gobierno», aseguró Casado luego de votar en el Colegio Señora del Pilar de Madrid.
«Nos jugamos Europa y qué papel juega España en Europa. Pido no un cheque en blanco, sino confianza a quienes nos votaron el 28 de mayo para conseguir gobiernos estables, limpios y liberales en muchos sitios de España», apuntó, por su parte, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera
Para Podemos el objetivo es conservar los «gobiernos de cambio», especialmente Madrid y Barcelona, donde la alcaldesa progresista Ada Colau corre el riesgo de perder frente a los secesionistas.
«Barcelona puede enviar un mensaje de esperanza» con su voto ante un mundo en crisis», afirmó Colau, quien llamó a los barceloneses a votar «masivamente para conquistar el futuro» de la ciudad.
De los resultados de Unidas Podemos y sus aliados regionales como el partido Barcelona en Común dependerá su capacidad para pactar con Sánchez su reelección y futuro gobierno.
Las elecciones servirán también para constatar la fuerza de la irrupción de los ultraderechistas de Vox y cómo se repartirá el poder en Cataluña entre los partidos secesionistas.