Desde la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica de Rosario advirieron de números negativos de hasta un 35% en los últimos meses, aunque hay optimismo para lo que viene
El sector gastronómico de Rosario sufrió una caída significativa en el consumo durante este invierno, con disminuciones que varían entre el 18% y el 35% en comparación con el mismo período del año anterior. Esta contracción en la actividad se debe, en gran parte, a la recesión económica que afecta al país y que ha llevado a las personas a restringir sus salidas y gastos en entretenimiento.
Carlos Mellano, vicepresidente de la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica de Rosario, explicó que el frío extremo registrado este invierno, uno de los más intensos de los últimos 30 años, también influyó en la baja concurrencia a bares y restaurantes. Sin embargo, Mellano expresó un optimismo moderado de cara al futuro. «Con la llegada de la primavera y un clima más favorable, la actividad comienza a repuntar naturalmente. La habilitación de veredas, terrazas y espacios al aire libre vuelve a atraer a los clientes», afirmó Mellano en declaraciones a LT3.
A pesar de la complicada situación económica, el sector confía en que la estabilidad macroeconómica, una mejora en los índices de seguridad y el buen clima contribuirán a la recuperación del consumo. Mellano destacó que, aunque la demanda ha caído, no se ha producido un «cierre masivo de locales», aunque sí han habido cambios de manos y cierres puntuales. «Algunos locales están en venta, pero también estamos viendo nuevas aperturas. El panorama para el verano será clave, dependiendo de las condiciones económicas y climáticas», agregó.
Otro factor que alimenta el optimismo del sector es la mejora en la seguridad en Rosario. Mellano subrayó que la disminución de la violencia y el delito predatorio ha generado mayor confianza en los consumidores. «Estamos en una etapa de mayor tranquilidad en la ciudad, lo cual puede tener un impacto positivo tanto en la gastronomía como en el turismo», afirmó.
A pesar del panorama adverso, el dirigente descartó que se produjo un cierre masivo de comercios. Mellano reconoció que desde la pospandemia hasta hoy, se han cerrado unos 200 locales en la ciudad, pero también aseguró que la oferta sigue siendo amplia. Sin embargo, advirtió que la inflación sigue siendo un desafío, ya que aunque los precios en los locales se han controlado en los últimos meses, el poder adquisitivo de los consumidores se ha visto afectado.
El sector gastronómico de Rosario ahora apuesta a la llegada de la primavera y las mejoras en seguridad para contrarrestar los efectos de la recesión y recuperar el nivel de consumo que tanto necesitan.