Desde su rescate en un allanamiento, el mono carayá se encuentra en rehabilitación con apoyo permanente de especialistas que trabajan para su recuperación
La Justicia porteña dispuso la libertar «total y absoluta» de Coco, el mono rescatado en un domicilio del barrio de Belgrano donde lo mantenían en cautiverio, y autorizó su traslado a un centro especializado en el tratamiento y recuperación animal en la provincia e Córdoba, informó hoy el Ministerio Público Fiscal (MPF).
En su resolución, la titular del Juzgado PCyF N° 4, doctora Rocío López Di Muro, fundamentó que los animales son merecedores de la más amplia protección jurídica dada su condición de víctimas y sujetos -no humanos-. Y que, al no poder accionar por sí mismos, son los seres humanos quienes deben representarlos ante la vulneración de sus derechos.
De esta manera, la jueza hizo lugar a lo solicitado por el fiscal Carlos Rolero Santurián, de la Unidad Fiscal Especializada en Material Ambiental (UFEMA) quien requirió el auxilio de la justicia para reestablecer y hacer efectivos los derechos de Coco, y quedó a cargo del traslado del mono a Córdoba, agregó el MPF.
Es importante destacar que la jueza hizo lugar, para resolver la cuestión, a la petición de la Fiscalía de considerar a los animales, por su esencia, como seres sintientes.
La jueza Di Muro autorizó el traslado de coco al centro especializado en el tratamiento y la recuperación animal denominado “Proyecto Carayá”, ubicado en la provincia de Córdoba.
Coco es un mono carayá de al menos 5 años, que fue rescatado gracias a un allanamiento realizado en un domicilio en la calle La Pampa al 3100, que contaba con numerosas denuncias por ruidos molestos y organización de fiestas hasta largas horas de la noche.
Durante el procedimiento, se encontró al animal encerrado en un armario sin luz, agua ni ventilación y en pésimas condiciones de salud.
Desde su rescate, Coco se encuentra en rehabilitación en la ONG Pájaros Caídos, con apoyo permanente de especialistas que trabajan para su recuperación, entre los cuales el médico veterinario policial que intervino en el rescate.
Cabe resaltar que el fiscal Rolero Santurián imputó a las dos personas involucradas por maltrato y crueldad animal, y también por tráfico de fauna.
El organizador de la fiesta, además, fue imputado por tenencia ilegitima de especies provenientes del “tráfico de fauna silvestre” (arts. 2 inciso 1° y 3 inciso 7° de la Ley 14346, y art. 27 de la Ley 14.346), y por resistencia a la autoridad, ya que al momento del procedimiento intentó golpear a la fuerza policial. Asimismo, el fiscal también imputó a la propietaria y responsable del domicilio donde fue rescatado Coco, añadió el MPF.
También intervinieron en la causa el Cuerpo de Investigaciones Judiciales del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad y el Departamento Unidad de Investigaciones de Delitos Ambientales -área Fauna – de la Policía Federal.