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Tras rechazo de Zelenski, líderes africanos llegan a Rusia para ofrecer su mediación a Putin


La propuesta de mediación coincide con el lanzamiento de la contraofensiva de las tropas ucranianas para intentar recuperar las zonas ocupadas por Rusia desde su invasión en febrero de 2022

Una delegación de dirigentes africanos llegó hoy a San Petersburgo para reunirse con el presidente ruso, Vladimir Putin, un día después de que su propuesta de intermediar para calmar las aguas entre Moscú y Kiev fuera rechazada por el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.

La delegación, encabezada por el presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, propuso ayer en la capital ucraniana interceder para apaciguar el conflicto y pidió que hubiera «una desescalada de ambas partes».

Zelenski, sin embargo, rechazó la propuesta, que tachó de «engaño» de Moscú en plena contraofensiva de sus tropas.

«Autorizar cualquier tipo de negociación con Rusia, cuando el ocupante está en nuestra tierra, equivaldría a congelar la guerra, congelar el dolor y el sufrimiento», declaró el mandatario en una rueda de prensa conjunta con los dirigentes africanos en Kiev.

La OTAN elogió esta mediación, pero advirtió que únicamente funcionaría una solución «justa» que reconociera la agresión rusa.

Por su parte, Putin volvió a justificar la invasión argumentando que Ucrania está en manos de «neonazis» y dijo que su homólogo ucraniano, de confesión judía, era una «vergüenza» para ese pueblo.

«Tengo muchos amigos judíos desde mi infancia. Y ellos me dicen que Zelenski no es judío, sino la vergüenza del pueblo judío. No estoy bromeando», declaró Putin en un foro económico en San Petersburgo.

La delegación africana está integrada, además de Ramaphosa, por el presidente senegalés, Macky Sall; el de Zambia, Hakainde Hichilema, y representantes congoleños, ugandeses y egipcios.

En Kiev, poco después de la llegada ayer de la comitiva africana, un ataque con misiles rusos causó al menos siete heridos, informó la policía, citada por la agencia de noticias AFP.

«Los misiles rusos son un mensaje a África: Rusia quiere más guerra, no la paz», tuiteó el ministro de Relaciones Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba.

Los dirigentes africanos tienen sus propios intereses en juego en este conflicto dado que el continente se ha visto duramente impactado por el aumento del precio de los alimentos, a raíz de la crisis desatada por el suministro de granos ucranianos y de fertilizantes rusos.

La propuesta de mediación africana coincide con el lanzamiento de la contraofensiva de las tropas ucranianas para intentar recuperar las zonas ocupadas por Rusia desde su invasión en febrero de 2022.

Moscú reiteró que esta ofensiva es un fracaso, y Kiev asegura que ha liberado un grupo de localidades y un centenar de kilómetros cuadrados de territorio, sobre todo en el frente sur.

«Las fuerzas ucranianas siguen llevando a cabo operaciones tanto ofensivas como defensivas con un éxito relativo», declaró ayer Ganna Maliar, viceministra ucraniana de Defensa.

En Bajmut, en el este, «nuestras tropas efectúan ofensivas, tomando zonas en altitud y zonas boscosas para expulsar progresivamente al enemigo», añadió.

Estas informaciones no están verificadas por fuentes independientes.

Según los analistas militares, Ucrania todavía no ha lanzado el grueso de sus tropas en su contraofensiva, y está poniendo a prueba los puntos débiles de la defensa rusa.

Putin anunció ayer que Rusia había empezado a transferir armas nucleares al territorio aliado de Bielorrusia.

«Las primeras ojivas nucleares fueron transferidas a territorio bielorruso. Son solo las primeras, pero antes del fin del verano completaremos el proceso», afirmó.

Más tarde, en el mismo foro que se desarrolla en San Petersburgo, el líder del Kremlin aseguró Rusia puede atacar Kiev en cualquier momento pero no lo hace «por varias razones» que no se pueden revelar públicamente.

«Rusia destruyó en las cercanías de Kiev cinco sistemas (antiaéreos) Patriot y ¿por qué le iba a ser difícil destruir un edificio o instalación en el centro de Kiev? Pues claro que no. Pero no lo hace por varias razones», insistió, de acuerdo con un reporte de Sputnik.

También consideró que los ataques de Ucrania contra la provincia rusa de Belgorod, limítrofe con Ucrania, fue un intento de provocar a Moscú para que emprendiera potentes acciones de represalia.

«Fue un intento de provocarnos para que tomáramos potentes acciones de represalia. También fue un intento de causar daños al Kremlin y a la residencia del presidente de Rusia», acusó.