Mercedes Suárez trabaja en San Antonio en la lucha contra el coronavirus y, tras el robo de su moto, una empresa le regaló una nueva
En medio de la pandemia del coronavirus que arrasa en el mundo, hay historias que pueden comenzar mal y terminar de la mejor manera. Eso fue lo que le sucedió a una enfermera de Texas, Estados Unidos. Mercedes Suárez vive y trabaja en San Antonio. Y, como a tantos otros trabajadores de salud, la pandemia la ha obligado a doblar turnos y afrontar largas jornadas de trabajo.
Pero esta joven tenía la suerte de contar con un vehículo, una antigua Kawasaki ZZR 250, con la que ahorraba tiempo para trasladarse de un lugar a otro de trabajo. Sin embargo, un día se encontró con que le habían robado la moto mientras estaba estacionada en una calle. La situación le generó tanta angustia como impotencia, porque más allá de ser su transporte personal, se había encariñado con ella.
Fue justamente entonces cuando apareció una suerte de ángel de la guarda en el camino de Mercedes. Dave Sears, propietario de un concesionario local de motocicletas, ni bien se enteró del robo tuvo una genial idea. Rápidamente se puso en contacto con Kawasaki USA para contarles lo ocurrido y proponerles algo muy especial: regalarle a esta valiente enfermera una moto nueva a modo de agradecimiento por su lucha constante contra el coronavirus.
«Cuando escuché que le habían robado la moto, y siendo dueño de un concesionario, pensé en cómo podíamos involucrarnos. Llamé a Merci y le dije, ‘ey, ¿qué tal suena una moto nueva?'», cuenta el propietario del concesionario a la cadena local FOX San Antonio.
«Me emocioné. Ese día fui a trabajar y estaba súper nerviosa, el día se me pasó volando. Quiero darle las gracias a la gente de Alamo Cycle Plex, han sido muy generosos», sostuvo la joven al recibir la llamada del local para comunicarle que le iban a regalar una Kawasaki Ninja 400 valuada en 5.000 dólares.
Restaba algo para completar el combo perfecto. El concesionario también le montó un dispositivo GPS oculto para que Mercedes pueda rastrear en todo momento la ubicación de la moto. Y hay más buena noticias para esta historia. Su antigua ZZR 250 apareció abandonada, bastante dañada como suele suceder. Y ahora un taller de la zona se ha ofrecido para arreglársela sin costo alguno.
Ahora la pregunta que surge es si Mercedes se quedará con ambas motos o, tal como hicieron con ella, compartirá alguna con otra enfermera o profesional de la salud que pelea contra el coronavirus.
Fuente: Clarín