Un día después de ingresar a las reservas un fuerte desembolso del FMI de US$ 5.631 millones, el dólar perforó hoy los $37, a $36,98, y acumuló un descenso del 9,2% en octubre.
Tras la nueva política cambiaria puesta en marcha por el jefe del BCRA, Guido Sandleris, que incluye tasas de interés súper altas, la divisa norteamericana experimentó un fuerte descenso.
A tal punto que ya alcanzó el nivel más bajo desde fines de agosto, cuando el peso marcó otra fuerte devaluación.
A lo largo de octubre, el dólar retrocedió $ 3,75, y los mercados aguardan qué camino adoptará la autoridad monetaria en noviembre sobre tasas de interés que superan el 70%.
En el Banco Nación, sus clientes conseguían el dólar a $ 36,80 sobre la hora de cierre.
El dólar mayorista, en tanto, cerró a $35,90, con otra caída importante de casi un peso en apenas una jornada.
Mientras el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y el propio Sandleris le explican a los inversores extranjeros en Nueva York los alcances del nuevo acuerdo con el FMI, la demanda de dólares pareció menguar ante la tranquilidad de que la Argentina cumplirá con los pagos de deuda al menos hasta diciembre de 2019.
A principios de octubre, el dólar cotizaba a $ 40,73 para la venta, por lo que experimentó un descenso de casi 10% en apenas un mes.
La caída de la cotización de la divisa estadounidense explica la inclinación de los ahorristas hacia el plazo fijo, entre otras opciones en pesos.
Los principales bancos están ofreciendo tasas atractivas de casi 50% para que la gente deje su plata en el banco.
Esta política de tasas muy altas es cuestionada por el aparato productivo, que experimenta una fortísima retracción.
Las pymes deben pagar 100% por giros en descubierto en cuenta corriente y entre 80 y 100 % por descuento de documentos, lo cual afecta la cadena de pagos.
Este jueves la AFIP informará la recaudación impositiva de octubre, otro dato que los mercados esperan con mucha expectativa.
En especial, quieren mirar con lupa las recaudaciones de IVA- DGI y del IVA-Aduana, para tener un índice relevante sobre hasta dónde llega la caída de la actividad económica.
Según proyecciones privadas, la actividad industrial descendió más del 8% en septiembre y algo similar habría ocurrido en octubre.