Efectivos se acercaron con carteles a la plaza san Martín para reclamar por sus derechos en el marco del asesinato de Leoncio Bermúdez cuando cumplía funciones en el nosocomio
Un grupo de policías rosarinos encabezó este viernes por la mañana una manifestación frente a la sede de Gobernación, en la plaza de San Martín, de calle Santa Fe y Moreno, para reclamar por sus derechos, tras el crimen de Leoncio Bermúdez, perpetrado en la puerta del Hospital Provincial cuando dos sicarios le dispararon a sangre fría.
“Somos policías, seres humanos y tenemos derechos”, “Soy policía, soy madre, soy hija y quiero volver a casa”, fueron algunas de las frases que se leyeron en los carteles que llevaron los uniformados a la protesta.
La convocatoria no fue masiva pero dejó entrever las demandas del sector policial. “Nos sentimos consternados por lo que le pasó a Leoncio, porque era de sangre azul, como decimos nosotros. Nos sentimos mal por la familia y por nosotros, porque pensamos que nos puede pasar lo mismo”, expresó uno de los presentes.
“Estamos cobrando sueldos muy bajos, tenemos que contratar abogados si algún procedimiento nos sale mal. Pensamos que este año íbamos a tener la cláusula gatillo, pero no. El Gobierno no cumple con las necesidades del policía. Somos las primeras personas en llegar cuando pasa un hecho de inseguridad para ayudar a la gente, lo vivimos a diario y a veces eso nos juega en contra”, agregó.
Por otra parte, remarcó: “Nos sentimos desprotegidos porque las leyes rigen para los delincuentes”. En ese sentido, subrayó que, si la situación hubiese sido al revés (si la víctima hubiera sido el delincuente), “hoy Leoncio estaría preso”. Además, indicó que, en un momento de riesgo, deben esperar primero que el maleante dispare para utilizar las armas.
Asimismo, indicó que cualquier medida de perfeccionamiento profesional debe ser costeada por los propios agentes. “Si hago un curso de tiro, lo tengo que pagar yo (sic)”.
Leoncio Bermúdez, de 42 años, pertenecía a la fuerza desde hace 15 años. Desde 2017 trabajaba en el destacamento del efector ubicado en Zeballos al 400. El martes por la noche dos delincuentes ingresaron al lugar en busca del preso Gabriel Lencina, que se encontraba en la guardia, custodiado por dos agentes del Servicio penitenciario.
En el interior del nosocomio dispararon e hirieron a una mujer en una pierna. A la salida, le asestaron un tiro en la cabeza a Bermúdez, que falleció en el Heca a los pocos minutos. Los autores huyeron en un auto y no fueron capturados.