La locutora y conductora Pinky, de 83 años, dejó este sábado la Clínica de Rehabilitación y Geriatría en la que se encontraba alojada desde el 22 de marzo de 2018, . La conductora abandonó el lugar acompañada por su hijo menor, Gastón Satragno.
La decisión de internarse fue por recomendación de su amigo y colega Cacho Fontana, quien ya se encontraba en dicho centro. La estrella de la TV estaba con problemas para moverse por sus propios medios, y en esa residencia empezó un tratamiento de rehabilitación. Esta semana se conoció que gracias a la intervención del médico Rubén Muhlberger, la conductora volvió a caminar.
A su despedida le dio un fuerte abrazo a su amigo Cacho. Luego, se despidió de las enfermeras del establecimiento y recorrió con emoción el trayecto entre la puerta de salida y el auto que la aguardaba con todos los recuerdos de estos meses (premios, distinciones y cartas de fans y amigos).
En el auto la esperaban su mejor amigo, Marcelo Araujo, su mujer, Lelen Lesa Brown, y la mujer que la cuida siempre, Luciana y fueron rumbo a Piegari, el bistro de carnes de la Recova de Posadas. Ahora la conductora ya se encuentra en su casa de Palermo.
El martes, Lidia Elsa Satragno, más conococida como Pinky, había recibido la Mención de honor Senador Domingo Faustino Sarmiento en el Salón de los Pasos Perdidos del Congreso de la Nación por su «trascendente aporte a la comunicación y la cultura nacional».
El regreso a la televisión
El viernes se anunció que Lidia «Pinky» Satragno volverá a estar al frente de un programa de televisión. Después de 18 años, tendrá un ciclo semanal en la pantalla de la TV Pública llamado Memorias desordenadas.
Según indicaron fuentes cercanas, el programa, que contará con invitados especiales que alguna vez fueron entrevistados por ella, tendrá una hora de duración y no saldrá en vivo debido al gran trabajo de edición que demanda, ya que está previsto que se haga un repaso del medio siglo de la conductora en la televisión.