Según el Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas, el Índice de Condiciones Financieras pasó de -56.3 a -57.6 en marzo
Las condiciones financieras de la economía argentina empeoraron en marzo, luego de cuatro meses consecutivos de mejora, de acuerdo con un informe difundido hoy por el Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF).
El Índice de Condiciones Financieras (ICF) que mensualmente elabora esa entidad junto a la consultora Econviews, cayó marginalmente en marzo, pasando de -56.3 a -57.6.
Sin embargo, comparado con un año atrás, la mejora es ostensible, ya que en el comienzo de la pandemia el ICF había llegado a -235.4, con un piso en abril de 2020 en -276.4.
El índice local sigue en terreno negativo, mientras que el componente internacional está en zona de confort: sin embargo, en marzo el índice local mejoró y el externo empeoró, de acuerdo con el reporte.
El subíndice de condiciones locales subió 7,1 puntos y se ubicó en -73.6, su mejor registro desde las elecciones primarias de agosto 2019, pero su trigésimo primer mes consecutivo en terreno negativo.
El IAEF recordó que el componente argentino del ICF sufrió la crisis financiera local desatada con fuerza en la segunda mitad de 2018, los efectos del resultado de las elecciones primarias de 2019 y luego la pandemia.
Pese a todo, destacó que lleva cinco meses ininterrumpidos mejorando, ya que recuperó 23,5 puntos desde octubre último, cuando la brecha cambiaria le hizo «pasar calor» al Gobierno.
Entre los componentes de las condiciones locales, se destacaron el de confianza en el sistema bancario, representada por el crecimiento de los depósitos en dólares, y el de la liquidez bancaria, ya que los depósitos crecieron más que los préstamos.
El otro componente que mejoró fuerte fue la expectativa de devaluación, dado que el mercado parece haberles creído a los funcionarios del gobierno, al menos en tendencia, y ahora los agentes esperan una devaluación nominal mucho menor a la que esperaban meses atrás, evaluó el IAEF.
Del lado negativo, en marzo siguió subiendo el riesgo país y el Merval en pesos también retrocedió.
Por su parte, el subíndice de condiciones externas perdió 8,3 puntos en marzo y se ubicó en 15,9 puntos: se mantiene en terreno positivo (zona de confort) desde agosto de 2020.
En lo peor de la pandemia (abril 2020) el componente internacional llegó a estar -124.9, de manera que en 11 meses se dio vuelta, saltando 140 puntos.
Según el informe, el empeoramiento de las condiciones externas se debió a malas noticias en el mundo emergente: hubo caída en acciones, aumento del riesgo país medido por el índice EMBI y debilitamiento de monedas.
El despido del banquero central en Turquía, los problemas políticos que llevaron al cambio de gabinete en Brasil fueron algunos de los factores detrás de esta mala performance del ICF internacional.
También aumentó la volatilidad de las materias primas y creció la brecha entre bonos de 10 años y tres meses, mientras que otra mala noticia fue una pequeña caída de la liquidez global, que de todas formas sigue siendo amplia, puntualizó el IAEF.