CLG dialogó con Pablo Bolego, referente del sector en Santa Fe, quien se refirió a la gravedad de la situación: "Directamente no tenemos dinero para ponerle combustible a las unidades"
Transportistas de personas con discapacidad tomaron desde este miércoles una drástica medida al interrumpir por tiempo indeterminado el servicio a afiliados del Pami por enormes deudas con el sector. «Es fáctico: no tenemos dinero para cargarle combustible a las unidades», lamentó Pablo Bolego, titular de la Asociación de Transportes Especiales de la provincia de Santa Fe (Atraes), en diálogo con CLG.
«Es una situación que veníamos anunciando y denunciando: el Pami es el único financiador que ha decidido a lo largo de la pandemia reconocer solamente el 20 o el 25% del módulo de transporte mensual», explicó en primer lugar Bolego, haciendo referencia a un reclamo de larga data.
«Los transportistas presentaron oportunamente al principio de cada año el presupuesto de transporte mensual para cada servicio. El Pami ha subejecutado estas partidas presupuestarias y sólo ha reconocido entre el 20 y el 25% de las mismas», continuó.
El referente del sector explica que la situación es tan grave que no tienen los fondos necesarios para poder siquiera prestar el servicio: «Esto ha empujado a que los transportistas de personas con discapacidad, y en particular los beneficiarios de Pami, no puedan brindar el servicio».
«Hoy nos encontramos con un retorno pleno a la presencialidad de todos los niños, jóvenes y adultos con discapacidad que asisten a centros de día y centros educativos terapéuticos y no lo estamos pudiendo hacer con el simple motivo de que cobrando el 20% de cada mes, más la deuda de seis meses que el Pami registra con los prestadores, es imposible que podamos ponerle combustible a las unidades, cambiarles las cubiertas y todo lo que implica el costo del servicio», añadió.
Al ser consultado sobre las respuestas que han obtenido desde Pami, Bolego indicó: «Desde la ciudad de Rosario tenemos reuniones permanentes con los directivos del Pami a nivel local, lo que sucede es que esto se resuelve en Pami a nivel central. Es una política implementada a nivel nacional de ajuste y recorte, de no reconocimiento, de abandono y desatención a las personas con discapacidad y a los propios transportistas. Lo veníamos anunciando, sabíamos que esto iba a pasar, y lamentablemente llegamos al 1 de diciembre teniendo que tomar una medida drástica».
«Sabemos que es una medida antipática e incómoda, pero lo cierto es que es fáctico: no tenemos la posibilidad de cargarle combustible a las unidades, no tenemos el dinero para salir a trabajar», lamentó.
«Honestamente no vemos una próxima solución al problema. Venimos denunciando esta situación desde marzo del 2020 cuando el Pami anuncia que sólo va a reconocer un porcentaje del mes. Es el único prestador que ha llevado una política de ajuste brutal en esta prestación en particular. No nos queda más que denunciar y suspender el servicio hasta que Pami se siente en una mesa de trabajo y revierta esta situación», concluyó.