Un hombre que ingresó al mar para rescatar a su hijo de ocho años, murió ahogado este domingo en Mar Azul, en la zona del Faro Querandí, que se encuentra a 30 km de la ciudad de Villa Gesell.
Según informaron fuentes policiales, se trata de José Ignacio Greco, de 49 años, un empresario oriundo de Tigre. Los hijos de la víctima se habían metido al mar, que en esa zona tiene una señalización precisa: no hay guardavidas.
Las olas atraparon al mayor de los chicos, y su padre, que había estacionado con su camioneta a 300 metros del puesto de guardaparques, ingresó al mar para rescatarlo pero no pudo salir con vida.
Una testigo reveló en diálogo con el medio local El Fundador que una de sus hijas se subió a la camioneta para buscar ayuda con personal de la Reserva. «También llegó un muchacho que estaba en la zona de médanos, y entre los dos se metieron y lograron sacar al señor, que flotaba boca abajo. Un par de personas que había cerca habían intentado rescatarlo, uno tirándole una caña y otro con un barrenador, pero no habían llegado», dijo.
Carolina Faivre, una de las guardaparques que intervino en el rescate, relató los hechos: «Me subí a la camioneta con ella y llegamos al lugar, que era unos 300 metros al sur. Justo llegaba también Pablo, un fotógrafo que está haciendo un trabajo en la Reserva, y nos metimos los dos. Estaba cerca, detrás de la rompiente, pero ya flotaba boca abajo. Llegamos y en el agua ya le empecé a hacerle RCP, lo sacamos y con Abel (Escobar, otro compañero) le seguimos haciendo las maniobras, le salía mucha agua pero seguimos y seguimos, cuando llegaron los guardavidas nos reemplazaron, y después llegó la ambulancia, donde lo entubaron, pero nunca reaccionó».
El 911 recibió una alerta de una persona que estaba convulsionando en la paya. Un guardavidas logró realizarle maniobras de RCP, pero cuando llegó el SAME ya no tenía signos vitales. En tanto su hijo de ocho años no necesitó atención médica.
En el lugar donde ocurrió la tragedia hay una reserva, que depende de la Armada y donde no se puede ingresar al mar. Allí no hay ningún tipo de infraestructura ni guardavidas, pero la gente accede igual a través de los médanos.