Investigadores, técnicos, empleados y vecinos de la localidad santafesina expresaron su profundo rechazo al intento de desmantelarlo
El avance del decreto presidencial que habilita la posible disolución de organismos públicos estratégicos generó una fuerte reacción en la localidad santafesina de Oliveros. Investigadores, técnicos, empleados y vecinos expresaron su profundo rechazo al intento de desmantelar el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), una institución clave para el desarrollo productivo, científico y social de la región.
Durante una manifestación realizada en la semana en el predio del instituto, trabajadores del INTA Oliveros advirtieron que la medida impulsada por el Gobierno nacional “implica una pérdida tecnológica, social, organizativa y económica no solo para el INTA, sino para toda la estructura productiva del país”.
“El INTA está en la mesa de todos los argentinos. En cada alimento que se produce, en cada producción que se exporta. Esperamos que los legisladores puedan frenar esto antes de que se transforme en un daño irreparable”, expresó una de las investigadoras en diálogo con el programa De 12 a 14 de El Tres.
Otro técnico del instituto remarcó la importancia del vínculo con las comunidades rurales que el INTA sostiene desde hace décadas: “No se trata solo de investigación productiva. Trabajamos con escuelas, centros de jubilados, vecinos. Hay programas de soberanía alimentaria que desaparecerían. Esto es parte de una red comunitaria”.
Desde el INTA también destacaron que el país perdería capacidad de innovación propia. “La investigación privada no es mala, pero la pública es indispensable. Si el INTA deja de existir, perdemos la soberanía tecnológica. Tenemos profesionales formados durante años que desarrollan tecnología adaptada a nuestras necesidades”.
La voz de los vecinos también estuvo presente. “Lo más importante es el sentido de comunidad que representa este lugar. El vínculo entre instituciones y la sociedad. Hay una profunda ignorancia por parte de los dirigentes actuales si piensan que esto se puede borrar de un plumazo”, manifestó un residente de Oliveros.
En medio de un panorama de incertidumbre, trabajadores e integrantes del INTA Oliveros coincidieron en un mensaje común: el cierre del organismo significaría un retroceso para la ciencia, la producción nacional y la autonomía tecnológica de la Argentina.