Karina Joana Núñez, de 29 años, desapareció el martes pasado en la localidad santafesina ubicada a 60 kilómetros de Rosario
Una mujer busca desesperadamente a su hija en la provincia de Santa Fe, tras estar desaparecida desde el 6 de agosto cuando se fue del negocio de su madre hacia su casa y nunca llegó a destino. Se trata de Karina Joana Núñez, de 29 años, quien desapareció el martes pasado en la localidad de Totoras, ciudad del departamento Iriondo ubicada a 60 kilómetros de Rosario, cuando salió del supermercado en el cual trabaja su madre y no regresó a su casa.
En diálogo con la agencia Noticias Argentinas, su madre, Carla García, comentó que su hija vivía con ella y con su nieto de 8 años, quien no está en toda la semana en su casa, porque va a una escuelita de campo desde los lunes a la mañana y vuelve los viernes por la tarde. Es más, «hoy va a volver y su mamá no está», añadió.
Por otro lado, explicó que la familia está destruida, y que la víctima tiene 6 hermanos que en esta situación están todos juntos.
La madre conmocionada explicó: «La última vez que fue vista fue el martes a la tarde. Ella pasaba por el súper, en donde trabajo hace 10 años. Luego de irse a pasear a la casa de una de mis otras hijas, me dijo que iba hacia casa para tomar la medicación, ya que tiene un trastorno de ira y la mentalidad de una chica más pequeña, alrededor de 14/15 años».
Asimismo, explayó: «Antes de irse, la acompañé hasta la plaza que está en Totoras, y luego volví a trabajar. Después cuando llego a casa me encuentro que ella no estaba, empecé a preguntarle a las hermanas si ella había vuelto y dijeron que no».
De hecho, la madre comentó que ella, a raíz de los problemas psicológicos, tiene necesidades de querer viajar, o irse a caminar, pero jamás pensó que iba a pasar esto.
Después dijo que le llamaba mucho la atención que, habiendo tantas publicaciones en redes sociales, que su hija no aparezca y que nadie la haya visto. En tanto, agregó: «La quieren mucho a mi hija porque ella es una chica muy sociable, todos la conocen acá y saben que es una chica buena y que no tiene problemas con nadie».
En este sentido, Carla mencionó: «Hice la denuncia y lo traté en fiscalía, pedí las cámaras de entrada y salida de acá de Totoras, aunque igualmente pidieron cámaras de Rosario, pero no tengo ninguna respuesta. Por el momento solo tengo un abogado que me otorgó la Municipalidad».
Por último, manifestó la tristeza tanto del hijo como de ella. Las últimas palabras del nieto antes de que se vaya a la escuela fueron: «Abuela, cuando yo vuelva mi mamá ya va a estar acá».