Por Mayra Mariani*
Todos los años, cada 8 de marzo, revalidamos nuestro compromiso por una sociedad más igualitaria donde todas tengamos las mismas oportunidades que cualquier hombre.
Una sociedad en donde seamos libres de perseguir nuestras vocaciones, carreras profesionales y sueños sin ser estigmatizadas, estereotipadas o sufrir actos de violencia de género.
Cada paso que hemos logrado en este arduo camino fue con la unión de todas. Empujando para que reconozcan y protejan nuestros derechos en todos los ámbitos.
Así lo hicimos y seguiremos haciendo en Argentina, con un movimiento feminista activo y solidario que se hace en carne propia de cada una, cada acto de injusticia, cada discriminación, cada acto de violencia.
Fue con esa irrenunciable sororidad que logramos importantes avances como la Paridad de Género, para lograr la equidad en el acceso a la función pública; la inclusión de la figura del femicidio en el Código Penal, para visibilizar una problemática que muchos preferían ocultar; la creación de un Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, para focalizar políticas públicas hacia la problemática; o la reciente Legalización del Aborto, para salvar vidas.
Sin embargo, falta mucho por hacer. Todavía existe una cultura patriarcal que para erradicarla es clave trabajar desde la educación. Educar a chicos, chicas y adolescentes para romper la naturalización de prácticas cotidianas de violencia, tantas veces invisibilizadas.
El camino a seguir es con una educación integral que incluya la perspectiva de género. Con un Estado presente reconociendo, protegiendo y asegurando los derechos de todas las mujeres. Con prácticas equitativas en el ámbito laboral y el acceso a los puestos de trabajo, sin discriminar responsabilidades o remuneraciones según el género. Con una legislación que contemple la equidad y nos ampare, reconociendo la diversidad dentro de nuestra sociedad.
¿Cuántas veces te dijeron que no podés hacer algo por tu condición de mujer? Que las cosas no se pueden cambiar. Que eso es cosa de varones. Que importa más la belleza que el talento.
Que te metas en algo más fácil. Que lleva tiempo cambiar los paradigmas de una sociedad.
Sin embargo, nos unimos, luchamos y hemos logrado avances para las generaciones que nos preceden, conquistamos derechos que ya nadie puede quitarles.
Cada Día Internacional de la Mujer es una fecha en la que volvemos a decir basta, redoblamos la lucha por las mismas oportunidades e invitamos a los hombres a sumarse, porque como nadie se salva solo, esto es juntos, codo a codo.
Por aquellas mujeres que han atravesado sus vidas, abuelas, madres e hijas. Para que no se trunquen más sueños por femicidios.
Todos tenemos que luchar contra la violencia de género. No dejes que nadie te diga lo que no podes hacer. Con pasión, esfuerzo y estando en unión, podemos seguir cambiando el mundo.
(*) – Licenciada en Comunicación; directora de Relaciones Institucionales de AySA y concejal por el FR-TODOS de Tigre.