Su familia busca juntar fondos para un tratamiento en EE.UU. y la solidaridad crece. Este lunes el canal de streaming se sumó a la ayuda de la mano de Migue Granados
La historia de Nicolás Fortuna, el nene rosarino de 8 años que desde los tres combate un neuroblastoma, conmovió este lunes a más de 100 mil personas que seguían la transmisión del canal de streaming Olga desde el Monumento a la Bandera. Con la emoción a flor de piel, su mamá Pamela Pérez Gallón escuchó desde el otro lado de la pantalla cómo Migue Granados decía al aire: “Andá buscándome la data de Todos por Nico”. Esa frase bastó para que una nueva ola de solidaridad se ponga en marcha.
Desde hace años, la familia de Nico impulsa la campaña “Todos por Nico” para costear los tratamientos que el niño necesita. Ahora, el objetivo es llegar a Estados Unidos para comenzar una inmunoterapia no invasiva que podría reforzar sus defensas y mejorar su calidad de vida. Pero para eso, necesitan 150 mil dólares.

Gracias a la difusión en Olga y el compromiso de su comunidad, el alias “CINTO.ATRIO.CELTA” volvió a multiplicarse por redes sociales y grupos de WhatsApp. Y este lunes feriado, de 14 a 18, la familia estuvo en la zona de los silos Davis, junto al cartel de “Rosario”, organizando una feria del libro para seguir recaudando fondos. Allí también se pudieron adquirir pulseras hechas por el propio Nico y “yuyitos” como burrito y cedrón.

Nico fue diagnosticado con neuroblastoma en marzo de 2020, cuando apenas tenía 3 años. Desde entonces, atravesó cirugías, quimioterapia, trasplantes, tratamientos en Buenos Aires y en Barcelona, y ahora se prepara para un nuevo desafío. El ensayo clínico en el Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York representa una oportunidad concreta y menos agresiva para su organismo, y su familia no baja los brazos.
“Si existe un tratamiento en el mundo, hay que pelearlo para que Nico lo haga”, repiten sus padres con fuerza. En redes sociales, pueden encontrarse todas las formas de ayudar a través del perfil @todosxnico2022.
La historia de Nico no sólo refleja la lucha contra una enfermedad difícil, sino también la fuerza de una comunidad que acompaña, impulsa y no se rinde. Rosario, una vez más, abraza a uno de los suyos.
