El conjunto blaugrana se impuso por 4-1 en condición de visitante. Sigue a cuatro puntos de Real Madrid.
El Barcelona pasó una prueba de fuego este domingo luego de una semana convulsionada y se impuso por 4 a 1 ante el Villarreal en el estadio La Cerámeica. Por fin el equipo de Quqiue Setién mostró el juego asociado de sus figuras que la afición tanto anhelaba y consiguió una victoria que le permite seguir soñando
El partido inició de la mejor manera para los visitantes ya que a los tres minutos se puso en ventaja. Sergi Roberto buscó a Luis Suárez, éste pivoteó y soltó para Jordi Alba. El lateral llegó hasta el fondo y lanzó un buscapié que Torres metió en propia puerta.
Los siguientes instantes fueron de dominio absoluto del Barcelona que se plantó con Lionel Messi como enganche, pero menos participativo que de costumbre. Además, todos los ataques se volcaron por el sector izquierda, el más frágil de la defensa amarilla.
A los 13 minutos, llegó la primera posibilidad para el Villarreal. Paco Alcácer picó al vacío entre los centrales y tras acomodarse cruzó el balón para Santi Cazorla, que recibió por ziqueirda y desenfundó un zurdazo que atajó Ter Stegen. El rebote al medio le cayó a Gerard Moreno, quien empujó el balón a gol y festejó el 1 a 1.
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El equipo de Setién mantuvo su postura de ataque y generó algunas situaciones claras. Luis Suárez armó una acción propia magnífica individual por la izquierda, dejó en el camino su marca, se metió en el área y el arquero Sergio Asenjo la mando al córner.
A los 19 minutos, Messi recuperó en el medio al robarle el esférico a Anguissa. El argentino encaró y al juntar dos hombres soltó a la izquierda para Suárez. Como venía y desde afuera del área, el uruguayo impactó el balón con la cara interna de su pie derecho y clavó la pelota en un ángulo para celebrar el 2 a 1.
Cuando la primera mitad llegaba a su fin y parecía que el resultado se cerraba con la diferencia de un gol, el Barcelona festejó el tercero gracias a la asociación de sus tres figuras ofensivas. Suárez dominó por derecha y cruzó el esférico para Griezmann. El francés tocó de inmediato para que Messi sea el armador y el argentino al hacer contacto con el balón encaró del centro hacia la izquierda. Cuando juntó tres marcas en el área, improvisó un taco con destino hacia el ex Atlético Madrid, quien en el borde del área la picó de zurda por encima de Asenjo, estableciendo así el 3-1 en el partido y definiendo su mejor gol con la camiseta azulgrana.
En el complemento la tónica del encuentro no cambió, con el Barcelona como amo y señor de la tenencia del balón e inclinando sus ataques por izquierdas. Viendo que todo parecía controlado, Quique Setién mandó a la cancha a Riqui Puig e Ivan Rakitic en lugar de Luis Suárez y Nelson Semedo, quienes habían sido titulares los últimos encuentros y necesitaban algo de descanso.
A los 68 minutos el VAR le anuló un tanto a Messi por un fuera de juego de Arturo Vidal, quien recibió en posición prohibida antes de asociarse con el argentino y con Sergio Busquets, en una acción que culminaba con el capitán empujando el balón a gol.
Sobre el final, cuando el local empezaba a tomar confianza, el cuadro azulgrana selló el 4-1. Jordi Alba lanzó un balón largo para Ansu Fati, quien encaró de izquierda hacia el centro y cuando vio el hueco, sacudió de derecha con un disparo rasante que tomó a contrapierna a Asenjo.
Sobre el final Messi tuvo dos situaciones claras para marcar su tanto. Un mano a mano que tapó Asenjo, de gran actuación frente a la caída, y un tiro libre que dio en el travesaño.