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The New York Times eligió los 100 mejores libros del siglo XXI


Lo hizo por medio de una encuesta de la que participaron más de 500 personajes de la cultura. Se trata de todas obras publicadas a partir del 1° de enero de 2000

El periódico The New York Times reunió a 503 novelistas, escritores de no ficción, poetas, críticos y amantes de los libros, quienes votaron para presentar una lista con los 100 mejores y más influyentes títulos literarios de estos 25 años del siglo actual. Entre los diez primeros solo aparece un autor latinoamericano.

Fortuna, de Hernán Díaz, en el puesto 50, es el único libro de un autor argentino en el ranking.

Por medio de una encuesta que se le envió a los seleccionados para hacer parte de proyecto de The New York Times Book Review, se escogieron los mejores libros publicados desde el 1° de enero de 2000 hasta la fecha.

Si bien los votos fueron anónimos, el medio se comunicó con algunas de las personas para preguntarles si revelarían sus elecciones, lo cual aceptaron. Entre ellos se destacan Stephen King, James Patterson, Sarah Jessica Parker, Karl Ove Knausgaard, Elin Hilderbrand, Thomas Chatterton Williams, Sarah MacLean, Min Jin Lee, Jonathan Lethem y Jenna Bush Hager, entre otros.

“Esperamos que descubras un libro que siempre hayas querido leer o que te encuentres con un libro que te encantaría leer de nuevo. Por encima de todo, esperamos que te sientas tan inspirado y deslumbrado como nosotros por la variedad de temas, voces, opiniones, experiencias e imaginación representados aquí”, señalan desde The New York Times al momento de presentar su lista.

Estos son los diez mejores libros según la encuesta:

10. Gilead (2004), Marilynne Robinson

Sinopsis: Gilead es un pequeño pueblo de Iowa, un puñado de casas dispuestas a lo largo de unas pocas calles, tiendas, un elevador de grano, una torre del agua y la vieja estación del tren. Las generaciones se suceden en una vida en apariencia apacible que se organiza alrededor de las comunidades religiosas. Mediante una extensa carta que el reverendo John Ames escribe a su hijo de siete años para que éste la lea una vez él haya muerto.

“Si este libro es una celebración de la tranquila decencia de la vida en un pueblo pequeño (y del protestantismo tradicional) en la década de 1950, es igualmente una crítica implacable de cómo el fervor moral y la visión religiosa del movimiento abolicionista cuajó, un siglo después, en complacencia”, resaltó la publicación.

9. Nunca me dejes ir (2005), Kazuo Ishiguro

Sinopsis: A primera vista, los jóvenes que estudian en el internado de Hailsham son como cualquier otro grupo de adolescentes. Practican deportes, o tienen clases de arte donde sus profesoras se dedican a estimular su creatividad. Es un mundo hermético, donde los pupilos no tienen otro contacto con el mundo exterior que Madame, como llaman a la mujer que viene a llevarse las obras más interesantes de los adolescentes, quizá para una galería de arte, o un museo. Kathy, Ruth y Tommy fueron pupilos en Hailsham y también fueron un triángulo amoroso. Y ahora, Kathy K. se permite recordar cómo ella y sus amigos, sus amantes, descubrieron poco a poco la verdad.

“¿Ishiguro está comentando sobre biotecnología, ciencia reproductiva, la disonancia cognitiva necesaria para la vida en el capitalismo tardío? Nunca sería tan didáctico como para decírtelo. Lo que yace en el corazón de este hermoso libro no es la sátira social, sino la compasión profunda”, reseñó el periódico.

8. Austerlitz (2001), WG Sebald

Sinopsis: A través de los encuentros entre el narrador y el misterioso Jacques Austerlitz, al que conoce accidentalmente en la estación de Amberes, se va desplegando un recorrido espectral por la civilización europea del siglo XX, un mundo de fortalezas, estaciones de tren, campos de concentración, librerías, que es, sobre todo, una búsqueda de la pro­pia identidad.

The New York reseñó que “al igual que la estación de tren parisina homónima de su protagonista, el libro es una maravilla de elegante construcción, embrujada por la memoria y el movimiento”.

7. El ferrocarril subterráneo (2016), Colson Whitehead

Sinopsis: Cora es una joven esclava de una plantación de algodón en Georgia. Abandonada por su madre, vive sometida a la crueldad de sus amos. Cuando César, un joven de Virginia, le habla del ferrocarril subterráneo, ambos deciden iniciar una arriesgada huida hacia el Norte para conseguir la libertad. El ferrocarril subterráneo convierte en realidad una fábula de la época e imagina una verdadera red de estaciones clandestinas unidas por raíles subterráneos que cruzan el país. En su huida, Cora recorrerá los diferentes estados, y en cada parada se encontrará un mundo completamente diferente, mientras acumula decepciones en el transcurso de una bajada a los infiernos de la condición humana… Aun así, también habrá destellos de humanidad que le harán mantener la esperanza.

“El ferrocarril subterráneo destila verdad de una manera que pocos estudios sobre la esclavitud pueden, tanto en ficción como en no ficción. Las descripciones que Whitehead hace de la motivación, la interacción y el alcance emocional humanos sorprenden por su complejidad”, destacó la escritora e historiadora estadounidense Tiya Miles,.

6. 2666 (2008), Roberto Bolaño

Sinopsis: La ciudad mexicana de Santa Teresa -trasunto de Ciudad Juárez- atrae como un imán a los protagonistas. Cuatro críticos literarios europeos viajan hasta Sonora tras las huellas del escritor desaparecido Benno von Archimboldi, cuya vida se refiere en la parte final de la novela. Allí conocerán a Amalfitano, el profesor universitario chileno que, junto con su hija, se establece en la ciudad, a la que también llegará el periodista estadounidense Oscar Fate para retransmitir un combate de boxeo. Pero el corazón del relato se encuentra en «La parte de los crímenes» donde, con la precisión de un bisturí, Bolaño narra los asesinatos de mujeres cometidos en Santa Teresa y las infructuosas investigaciones de la policía. En el epicentro del Mal, nada puede parar el horror.

En la publicación se menciona que “en la impecable traducción de Natasha Wimmer, la novela de Bolaño es profunda, misteriosa, abundante y vertiginosa: al leerla, uno pasa de sentirse como un observador de un tornado a sentirse arrastrado por el vórtice y, finalmente, sospechar que uno mismo podría ser el tornado”.

5. Las correcciones (2001), Jonathan Franzen

Sinopsis: De este meticuloso retrato de los Lambert emergen de forma brillante las angustias y contradicciones de toda una sociedad y de una época, la última década del siglo XX. Alfred Lambert es un ingeniero de ferrocarril jubilado cuya percepción de la realidad empieza a resquebrajarse a causa de la enfermedad de Parkinson. Su esposa Enid, tras cincuenta años de matrimonio y la marcha de sus hijos, sigue obsesionada con mantener el orden en su enorme casa de un próspero barrio residencial. Entretanto, la realidad económica corrige las expectativas sobrevaloradas del mercado bursátil, mientras los medicamentos más avanzados corrigen los trastornos del ánimo. Pero, en el ámbito de la familia, ¿pueden los hijos corregir los errores de sus padres? Y en un orden de cosas más concreto, ¿logrará Enid reunir a todos sus hijos para pasar una última Navidad juntos?

De acuerdo con la lista publicada: “La novela salta hábilmente de un personaje a otro, y las simpatías del lector saltan con ella; en una novela tan atenta a los fallos humanos como lo es esta, es un mérito perdurable de Franzen que su afecto genuino por todos los personajes brille”:

4. El mundo conocido (2003), Edward P. Jones

Sinopsis: A Henry Townsend, granjero, zapatero y antiguo esclavo negro, le gusta El paraíso perdido y tiene un mentor poco común, William Robbins, el hombre más poderoso del condado de Manchester, en Virginia, antes de la guerra civil. Bajo su tutela, se convierte en propietario de su plantación y de sus esclavos. Al morir, su viuda, Caldonia, sucumbe a un profundo dolor y todo se desmorona en su plantación. Más allá de la hacienda Townsend, el mundo se hace añicos: patrulleros blancos hacen guardia mientras especuladores de esclavos venden a negros liberados como esclavos, y los rumores sobre rebeliones de esclavos enfrentan a familias con ellos que han estado a su servicio.

“Jones es un narrador seguro de sí mismo, y en “El mundo conocido” esa confianza lanza un hechizo. Esta es una novela larga que avanza con agilidad y permanece con el lector durante mucho tiempo”, señaló The New York Times.

3. En la corte del lobo (2009), Hilary Mantel

Sinopsis: Inglaterra, en 1520, está a un paso del desas El rey Enrique VIII no consigue engendrar un heredero varón y quiere divorciarse de su mujer, Catalina de Aragón, para casarse con Ana Bolena, pero el cardenal Wolsey, su principal asesor, no obtiene más que negativas del papa. En este clima de desconfianza y necesidad llega a la corte Thomas Cromwell, al principio como segundo de Wolsey y más tarde como su sucesor.

“En la Corte del lobo, tomó a un personaje histórico rígido, Thomas Cromwell, y vio al ser humano vívido, implacable, ciego, atormentado por los recuerdos y grandiosamente vivo que debió haber sido. Luego lo utilizó como lente para mostrarnos la época en la que vivió, la vasta e intrincada telaraña de poder, dinero, amor y necesidad, hasta el momento en que la araña lo atrapó”, sostuvo Lev Grossman, autor de La espada brillante.

2. El calor de otros soles (2010), Isabel Wilkerson

Sinopsis: La autora narra una de las grandes historias no contadas de la historia estadounidense: la migración que duró décadas de ciudadanos negros que huyeron del sur hacia ciudades del norte y el oeste, en busca de una vida mejor.

El libro se escogió porque “Wilkerson combina las historias de hombres y mujeres individuales con una comprensión magistral del panorama general y una gran dosis de delicadeza literaria. “El calor de otros soles” se lee como una novela. Se abalanza sobre el lector como una locomotora”, aseguran.

1. La amiga estupenda (2012), Elena Ferrante

Sinopsis: A través de la infancia, la adolescencia y la madurez de Elena (Lenù) y Lila, y de su evolución física y psicológica, asistimos a la vida de un vecindario humilde de Nápoles, su transformación desde los años cincuenta hasta hoy y el violento cambio de una sociedad que, de manera inevitable, influirá en la relación entre las dos amigas.

“El primer volumen de lo que se convertiría en la fascinante serie de cuatro libros de novelas napolitanas de Ferrante presentó a los lectores a dos niñas que crecen en un barrio pobre y violento de Nápoles, Italia: la diligente y obediente Elena y su carismática y salvaje amiga Lila, quien a pesar de su feroz inteligencia parece estar limitada por los escasos medios de su familia. A partir de allí, el libro (como la serie en su conjunto) se expande tan propulsivamente como el universo inicial, abarcando ideas sobre arte y política, clase y género, filosofía y destino”, reseñó The New Yor Times.