El delantero de Boca reconoció hoy que con el Consejo de Fútbol de Boca no tiene "demasiada charla", aunque aclaró que el vicepresidente Juan Román Riquelme le habla "casi siempre"
Carlos Tevez reconoció hoy que con el Consejo de Fútbol de Boca no tiene «demasiada charla», aunque aclaró que el vicepresidente Juan Román Riquelme le habla «casi siempre» y lo acompaña en la difícil situación de salud de su padre Segundo, mientras que le reclama por ganar la séptima Copa Libertadores.
Tevez insistió en sus ganas de cumplir, al menos, el año que le resta de contrato con el «Xeneize» y evitó la polémica que surgió a partir de la opinión de Jorge Bermúdez y Raúl Cascini, del Consejo de Fútbol, sobre que hasta que ellos llegaron él era un «ex jugador».
«A mí me interesa jugar y nada más. Tengo un año más de contrato. Nunca me imaginé que a los 37 años iba a estar así físicamente. No tengo problemas y me entreno a la par de mis compañeros. El Consejo de Fútbol sabe que cualquier mano que le pueda dar con el grupo y mis compañeros se la voy a dar. No tengo demasiada charla, yo me dedico a entrenar y jugar. Del equipo se ocupa Miguel y yo no me meto. Estoy para sumar y no pasar sacar cosas que hayan pasado. Estoy para disfrutar estos momentos, que son los últimos de mi carrera y nada más», sostuvo.
En una entrevista con TyC Sports, separó de esa situación a Riquelme: «Estamos bien. Me acompaña con el tema de mi padre, está a mi disposición. Hablamos casi siempre después de los partidos. Tenemos una buena relación. Siempre me recuerda que tengo que ganar la Libertadores».
Justamente, el último golpe deportivo para Boca y Tevez en particular, fue la eliminación ante el Santos en las semifinales de la Libertadores, no solo por el resultado, sino también por las formas.
«Lo de Santos me dolió muchísimo como jugador y como hincha. Me siento responsable de no poder sacar lo mejor de mis compañeros en ese momento. La frustración es el doble, pero uno tenía que ponerse de pie rápido y hablarle a los muchachos porque teníamos otra final y no podíamos perderla», remarcó.
Y agregó: «Después que perdimos ese partido no podíamos mirarnos a la cara. En una charla posterior al partido con Inter juramos cambiar la actitud porque ese equipo así no podía ganar la Libertadores. Y con Santos repetimos eso. Salimos muy confiados al partido, sabíamos que un gol íbamos a meter y el segundo gol de Santos fue un piñón del que no nos pudimos levantar».
De todas formas, cada inicio de temporada la esperanza de renueva, porque Tevez considera que lograr el título en la Copa Libertadores le permitirá quedar «en la historia del club», porque se siente «el último gran ídolo de la era dorada de Boca».
«Eso hace que me llene el pecho, que tenga un orgullo muy grande. Quiero dejar un legado para que sepan cómo se tiene que jugar en Boca», afirmó.
Y cerró: «Ahora me lo tomo con mucha más tranquilidad y profesionalismo, eso también te lo da la experiencia. Pero hay que empezar a cambiar los errores que uno sigue haciendo, porque así no alcanza para ganar la Libertadores. Salir campeón del país y de la Copa Argentina no alcanza. Hay que mejorar y estar en buen nivel para ganarla, porque es lo que el hincha quiere. Es muy difícil ganarla. Hay que aparecer en las semifinales y en la final».