Por: Claudio Zin (*)
¿Estamos en las etapas finales de esta pandemia que comenzó el 11 de enero del año 2020? Probablemente sí, pero…
El betacoronavirus SARS CoV 2 agente causal de la enfermedad llamada Covid-19 sigue circulando en el mundo, en el desarrollado y en el periférico, especialmente en éste último, donde nadie lo testea, donde no hay vacunados suficientes (no más del 30% de la población objetivo) y ya la gente se «acostumbró» a convivir con este riesgo.
Mata menos gente, pero enferma a una cantidad similar o mayor que al comienzo de la pandemia.
En fin, no sabemos a ciencia cierta (nunca mejor utilizado el término) cuándo vaya a terminar, porque se va «escondiendo» detrás de otras noticias, la guerra, el FMI, la deuda, la política, los políticos y la incompetencia incorregible de muchos Estados y sus estructuras de salud.
Por ende, el final de esta triste historia de la humanidad será determinado por otras «cosas» más importantes y no por la real evolución del problema.
De todos modos, en la era contemporánea no hubo epidemia que durase más de dos años y en eso estamos. La gripe mal llamada española del 1918/1920 duró eso y fue la más cruel luego de las guerras. Dicen que mató a cerca de 40 millones de personas.
Covid-19 lleva 18 millones de muertes, de acuerdo a la última corrección efectuada días atrás.
Ésta es una pandemia generada por un virus que saltó de los animales al hombre (zoonosis) y que se amplificó hasta límites insospechados por el aforo de gentes en todo el planeta y la intermediación de la prensa.
Contamos todo, hasta los detalles más inesperados de una pandemia que nos enseñaba algo diferente día tras día. Muchos medios «inventaron» situaciones insostenibles, otros tratamos de mantenernos lo más cerca de la verdad que la ciencia y su evidencia permiten.
Hoy la comunicación de casos y muertos se ha hecho «casi» monótona y a muchos aburre. Mantenemos el interés charlando sobre barbijos sí o no en las clases y recordamos fechas, cuándo comenzó o cuándo tal o cual hecho nuevo irrumpió en el escenario.
En pocas palabras, que daremos por terminada la pandemia por falta de interés y bajo rating.
Ésa es la tendencia, pero lo cierto es que el SARS CoV 2 avisa que todavía no se fue y genera aumento de casos en Nueva Zelanda, Hong Kong, Suiza, Alemania, Finlandia y otros países aún hoy.
A la fecha no hay variante nueva que lo justifique, es solo que las medidas que ya no tomamos permite mayor circulación y más contagiados, ¿no más muertos?
Añado poco sutilmente esos signos de interrogación, ya que también los fallecimientos por Covid-19 dejan de serlo.
Los muertos con Covid y no por Covid ya no se agregan a la lista y por otra parte, ocurren muertes por otras patología que no fueron atendidas durante esto dos años de pandemia y que además dan positivo a los test.
Hoy no se testea para saber si es portador del virus a cada paciente que ingresa a una centro asistencial, como se hizo durante los primeros 18 meses de pandemia, por ende, nos vamos perdiendo de contar más casos.
Tampoco se testea en algunos territorios a todo aquel que tiene síntomas; sin más en la provincia de Buenos Aires, salvo que tenga más de 60 años, alguna enfermedad crónica que comprometa su sistema inmunológico o esté embarazada, el test de Covid tiene que pagarlo (de 3.500 a 6.500 pesos) usted de su bolsillo.
Como se concluye de estas pocas líneas, vamos lentamente tejiendo el fin de la pandemia.
En un par de meses más, hablaremos del terrible brote de gripe estacional que asola a esta parte del planeta.
(*) – Claudio Zin es médico recibido en la UBA, ex ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires y columnista de radio y televisión.