La terapias neoadyuvantes, diseñadas hace 30 años para tratar tumores demasiado grandes para ser operados, están empezando a aplicarse en tumores más pequeños, una «evolución» que permite «monitorear la respuesta del paciente en vivo», afirmó la doctora norteamericana Mariana Chavez Mac Gregor.
Mac Gregor, quien visitó el país para participar del reciente XIV Congreso argentino e internacional de mastología, explicó a Télam que se llaman «adyuvantes» a las terapias que se aplican después de la cirugía, y «neoadyuvantes» a las que se aplican antes.
La especialista, también profesora asociada del Departamento de Oncología Médica de Mama del Centro de Cáncer «MD Anderson» de la Universidad de Texas, Houston, detalló que «recientemente se dieron cuenta de que la quimioterapia tiene la misma efectividad si se aplica antes o después de la cirugía».
«Lo que empezamos a entender con el tiempo es que si les damos quimioterapia a las pacientes antes de la cirugía, podremos ver en tiempo real esos tumores haciéndose más pequeños y respondiendo al tratamiento, es decir, es una manera de monitorear la respuesta en vivo y estar seguros de que estamos haciendo lo correcto», destacó.
Mac Gregor indicó que de eso se trata la «evolución» del tratamiento, que se inició hace tres décadas en tumores no operables y hoy se utiliza en tumores «muchísimo más pequeños», que «pueden hacerse todavía más pequeños».
«Tradicionalmente la paciente estaba conforme y había aceptado el esquema de cirugía primero y tratamiento después», señaló por su parte Aníbal Núñez de Pierro, miembro de la Sociedad Argentina de Mastología.
El mastólogo aclaró en diálogo con esta agencia que si bien la cirugía es un tratamiento, «hoy por hoy, prácticamente indispensable», casi en ningún caso «es suficiente para optimizar la chance de curación».
Según Mac Gregor, se puede decir entonces que gracias a la quimioterapia preparatoria es posible separar dos grupos de pacientes: las mujeres que responderán muy bien y las que no, dato que «no hubiéramos podido conocer a través de una mamografía o biopsia».
«Ahora hay estudios que demostraron que a esas pacientes que tienen tumores residuales, o sea, que al momento de la cirugía presentan cáncer después de la quimioterapia, si les damos más quimioterapia, diferente a la inicial, podemos impactar y disminuir el riesgo de que el cáncer reaparezca», comentó la experta.
Y completó: «El modelo neoadyuvante es la clave del manejo de muchas pacientes, y en aquellas que respondieron muy bien a la neodyuvanvcia, el riesgo de recurrencia a cinco años es extremadamente bajo».