Investigadores españoles completaron con un 90 por ciento de éxito el primer ensayo clínico mundial que aplica la utilización de células madre mesenquimales para ayudar a pacientes con ceguera corneal a recuperar la vista. Se trata de profesionales del Instituto de Oftalmobiología Aplicada (IOBA) de la Universidad de Valladolid (UVa) y del Instituto de Biología y Genética Molecular (IBGM), centro mixto UVa-CSIC.
«La superficie de la córnea está renovándose continuamente. Esta regeneración depende de unas células madre, denominadas limbares. Cuando existe una deficiencia de estas células, la córnea no se regenera y se produce una úlcera. La córnea se vuelve opaca y se pierde la visión», explicó en detalle la doctora Margarita Calonge, investigadora del IOBA y responsable del estudio. Los resultados del mismo fueron publicados a través de la revista «Traslational Research».
El síndrome de deficiencia de células madre limbares puede producirse por varias causas, lo que complica la posibilidad de calcular la incidencia real que tiene. Aunque según dijeron los especialistas, «en España hay unos 500 casos nuevos al año». Además, de la cosecuencia más grave que es la ceguera por opacidad de la córnea, algunos pacientes sufren dolar o sensibilidad a la luz.
El equipo del IOBA y el IBGM comenzó hace 15 años a investigar terapias con células madre para revertir esta problemática, sabiendo que no había tratamientos efectivos. «Cogíamos tejido limbar de un ojo sano, de aproximadamente un milímetro, y de él obteníamos una sábana de 1’5 por 1’5 centímetros repleto de estas células madre. Después se aplicaba al paciente y tuvimos un éxito del 80 por ciento tras 1-2 años», recordó la doctora.
Sin embargo, Calonge y su compañera Ana Sánchez quisieron seguir probando para poder llevar adelante el tratamiento pero de forma más sencilla. Es que la obtención del tejido y su preparación tenían un costo muy alto, y requerían medicación extra para que le paciente no las rechazara.
Fue entonces que pensaron en usar células madre mesenquimales, de médula ósea. Como se aplican en otras terapias, su seguridad en humanos ya estaba probada. En total, obtuvieron un éxito del 78 por ciento al año para la terapia con células limbares y de un 86 por ciento al año para el tratamiento con células madre mesenquimales.
«Las células madre mesenquimales no son rechazadas, tienen excelentes propiedades inmunomoduladoras y el proceso de preparación se reduce de cinco semanas a cinco días, con el consiguiente ahorro que esto supone», comenzó Sánchez. Su empresa, Citospin, ya solicitó la patente internacional sobre el protocolo de distribución de células madre mesenquimales de Valladolid (MSV), como llamaron el producto.
El ensayo clínico ha contado con la financiación del centro Regional de Medicina regenerativa y Terapia celular y el CIBER-BBN. (Fuente: Cristina G. Pedraz / DICYT)