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En Río de Janeiro

Tensión en Brasil: fue abatido el secuestrador del colectivo


Un hombre armado secuestró este martes un colectivo de pasajeros y mantiene, a las 9 a.m., unos 31 rehenes en el puente que une Río de Janeiro y Niteroi y que cruza la Bahía de Guanabara, informó la policía que inmediatamente cortó el transito.

Después de 3 horas de tensión, el secuestrador fue abatido por un francotirador de la policía. El delincuente había salido del ómnibus con un rehén amenazado con un pistola sobre su cabeza.

«Fue necesario el disparo para neutralizarlo y salvar a los rehenes», sostuvo el coronel Mauro Fliess.

El ómnibus interurbano pertenece a la linea 2520 estuvo rodeado por decenas de policías y comandos especiales mientras un negociador conversaba con el secuestrador el cual se identificó como PM, el mismo había subido al vehículo con gasolina amenazando con incendiarlo.

Al menos seis rehenes fueron liberados antes del momento cumbre, dos hombres y cuatro mujeres, según un vocero policial citado por el canal de noticias GloboNews. El criminal portaba un arma blanca y una de fuego, un arma de choque y un bidón de nafta.

Según Bom Dia Rio, el secuestrador obligó al chófer a cruzar el colectivo por la ruta, justo en la subida del puente. Allí comenzó con sus amenazas. PM salió varias veces del vehículo con su rostro cubierto.

La negociación estuvo a cargo del Batallón de Operaciones Especiales (BOPE) de la policía de Río de Janeiro.

El puente Costa e Silva es la principal conexión de Río de Janeiro con la vecina Niteroi y es el más largo de Sudamérica, con 13.290 metros de extensión.

El gobernador de Río Janeiro se expresó mediante su cuenta de twitter en el transcurso de la mañana. «Estoy en contacto directo con el comando de la Policía Militar, que trabaja para cerrar el caso de la mejor manera posible. La prioridad absoluta es la protección de los rehenes», dijo.

Un caso similar que conmocionó al país y que después fue llevado al cine es el del «Omnibus 174», que ocurrió en el año 2000 en el barrio Jardim Botánico de Río de Janeiro.

En esa oportunidad, el desenlace fue desastroso ya que una rehén fue asesinada cuando la policía disparó contra el criminal, que igualmente falleció dentro de un patrullero tras ser detenido.