Casper Ruud, de 21 años, se adueñó del certamen ATP que se disputó en el Buenos Aires Lawn Tennis tras vencer en la final al portugués Pedro Sousa
Casper Ruud, de 21 años, se adueñó del certamen ATP que se disputó en el Buenos Aires Lawn Tennis tras vencer en la final al portugués Pedro Sousa
El noruego Casper Ruud se consagró campeón del Argentina Open tras imponerse esta tarde en la final sobre el portugués Pedro Sousa por un cómodo 6-1 y 6-4, en la cancha central del Buenos Aires Lawn Tennis Club, que albergó la vigésima edición consecutiva del torneo, dotado con premios por 696.280 dólares.
Ruud, de 21 años y 45º en el ranking mundial de la ATP, conquistó el primer título de su carrera y se impuso claramente ante Sousa (145), de 35, luego de una hora y ocho minutos de juego, ante unas 2.500 personas que desafiaron el calor por momentos agobiante y se acercaron hasta el estadio ubicado en el barrio porteño de Palermo.
Buenos Aires contempló la coronación de un campeón inédito y extendió a 12 la cantidad de años sin un argentino levantando el trofeo, desde que el cordobés David Nalbandian se adjudicó la edición del 2008.
La definición del Argentina Open se planteó como un duelo desigual entre un tenista como el noruego que se ganó con creces el lugar en la final luego de haber completado una semana con triunfos sobre los españoles Pablo Andújar (58) y Roberto Carballes Baena (88), el serbio Dusan Lajovic (23) y en semifinales el cordobés Juan Ignacio Lóndero (69).
Su rival, el lusitano Sousa, no fue acompañado en la final por el factor suerte que había disfrutado desde que pisó Buenos Aires.
Es que Sousa había quedado afuera del torneo el domingo pasado cuando perdió con el santafesino Facundo Bagnis en la última ronda de la clasificación, pero la baja por lesión del chileno Cristian Garín (26) le permitió ingresar al cuadro principal como ‘lucky loser’ (perdedor afortunado).
Una vez adentro, Sousa venció a dos rivales de un nivel similar al suyo como el eslovaco Josef Kovalik (129) y el brasileño Thiago Monteiro (92), así se instaló en «semis» y una vez más lo ayudó el factor suerte puesto que el argentino Diego Schwartzman (14) no se presentó a jugar por lesión, así llegó a la final sin transpirar.
En ese contexto, Sousa salió a jugar sin presión, pero condicionado por una molestia en el sóleo de la pierna izquierda, y fue poco lo que pudo hacer.
Ruud, con una final en su carrera, la que perdió el año pasado en Houston ante el chileno Garín, era consciente de que tenía todo a su favor y no dejó pasar la ocasión.
El noruego, sustentado en una derecha veloz y un servicio respetable, sacó claras ventajas desde el inicio y no extrañó que se llevara el primer set por 6-1 luego de media hora de juego.
En el segundo parcial, el escandinavo, que se entrena durante el año en la Academia del español Rafael Nadal, de ahí su facilidad para desempeñarse sobre polvo de ladrillo, siguió estableciendo claras ventajas con su juego ofensivo, ante un rival de menor jerarquía que jamás había arribado siquiera a los cuartos de final de un ATP y que hacía lo que podía, no lo que quería, por el mencionado problema físico.
No extrañó entonces que Ruud lo definiera por 6-4 para desatar un festejo medido, muy sobrio pese a tratarse de su primera coronación grande.
El Argentina Open, que en el 2019 había sido para el ‘tano’ Marco Cecchinato, coronó como campeón a Ruud, un tenista que dará que hablar en el circuito si concreta todo lo bueno que insinúa.
En cuanto al torneo, la vigésima edición estuvo signada por las lesiones que conspiraron contra la calidad del cuadro principal, y también será recordada como una buena ocasión que dejaron escapar los argentinos, con la excepción del «Peque» Schwartzman, lesionado cuando estaba en un nivel muy alto.
En ese sentido, primero se bajó el finalista de Australia el mes pasado, el austríaco Dominic Thiem (4), extenuado físicamente, luego lo siguió el italiano Matteo Berrettini (8), afectado por una pubalgia, y más tarde el chileno Garín, el español Fernando Verdasco y Schwartzman.
De manera que la edición 2020 no fue buena para un escenario que coronó a Nadal, al brasileño Gustavo Kuerten, a los españoles Carlos Moyá, David Ferrer y Juan Carlos Ferrero, al mencionado Thiem y los tres mejores exponentes de la «Legión Argentina» que asombró al mundo durante la primera década de 2000: Gastón Gaudio, Guillermo Coria y Nalbandian.