El mendocino buscará la plaza olímpica en los clasificatorios de abril en Rosario
El mendocino Gastón Alto continúa su preparación, pese a la cuarentena por la pandemia de coronavirus, de cara a la búsqueda de su clasificación en tenis de mesa a los Juegos Olímpicos de Tokio, que se jugará en abril próximo en Rosario.
El nacido en Guaymallén de 35 años, hace 28 que juega este deporte, con el que logró dos medallas de plata en los últimos Juegos Panamericanos de Lima 2019, que igualmente no le permitieron sacar pasaje a Tokio 2020. Alto obtuvo esas dos preseas en dobles y por equipos, pero al caer junto a Horacio Cifuentes ante Brasil en la final, el conjunto argentino no consiguió la clasificación a los XXXII Juegos Olímpicos, reprogramados del 23 de julio al 8 de agosto de 2021.
Ahora, la mente del mendocino está puesta en las clasificación individual en el torneo Preolímpico, que está previsto para abril de 2021 en la ciudad de Rosario y que otorga cuatro plazas para Tokio. Para ello, al igual que Cifuentes, Alto se entrenó contra un robot en su casa de Mendoza, para no perder ritmo mientras se quedaba dentro por la cuarentena obligatoria.
Ahora, pudo volver a su club Mendoza de Regatas, con la meta de volver a participar en las ligas de Europa, como estaba realizando al momento de la explosión de la pandemia de coronavirus. «Cuando se impuso la cuarentena, yo estaba jugando en Europa en un club de liga. Tenía pasajes para abril para jugar el Preolímpico y me estaba entrenando para ello, que se iba a jugar el 15 de abril en la ciudad de Rosario, un clasificatorio latinoamericano donde juegan dos jugadores por país y hay solo cuatro plazas individuales», sostuvo Alto.
Con un amplio recorrido nacional e internacional, entre los principales logros de Alto están sus cinco participaciones en los Juegos Panamericanos, donde totaliza cuatro medallas, tres por equipos y una en dobles. «Yo vivo solo y tengo un hijo de 5 años que se llama Valentino y tampoco lo pude ver porque tuve que cumplir con la cuarentena. Desde el primer día que llegué seguí entrenando, me traje una mesa, un robot que tira pelotas como si fuera un rival. Hacía una parte física, que me la daba mi preparador físico, Pablo Stahringer, del club, y otra técnica que la hacía yo con la ayuda de los entrenadores, mi hermano Marías y Gustavo Levisman», describió en una entrevista con el sitio de Deportes de Mendoza.
Alto detalló que pudieron crear una «burbuja» con otros jugadores de la Selección argentina y de los mejores exponentes, que llegaron desde Buenos Aires. «Logramos poder entrenar en el club durante dos o tres semanas con jugadores de Regatas. Algunos de ellos están en la Selección Argentina. Gracias a las gestiones del Club Regatas, del subsecretario de Deportes, Federico Chiapetta, y del director provincial de Deporte Federado y Alto Rendimiento, Rodrigo Araya, pudieron venir algunos de esos jugadores que están en Buenos Aires y son de la Selección, lo que nos permitió hacer muy buenos entrenamientos y hasta el día de hoy estamos entrenando. Trabajamos tres turnos diarios, una parte física y dos turnos de dos horas cada uno en la mesa», explicó.
Obviamente, lo que falta es la competencia, pero Alto consideró que no es un diferencial, porque a todos los jugadores del mundo le pasa lo mismo. «Si bien nos falta la competencia, como les pasa al resto de los jugadores a nivel mundial, estamos entrenando en muy buenas condiciones. El nivel de a poco va creciendo y estamos esperando que nos pasen fecha para competir, pero somos conscientes que nadie tiene la certeza de que esta pandemia pasará el mes que viene, en dos meses o en un año, pero estamos a la espera, siempre tranquilos de la cabeza, porque estamos todos en las mismas condiciones», cerró.