Tener mascotas para muchos significa de gran compañía, sin embargo ahora se confirmó que también puede ser de gran ayuda para la salud. La revista Circulation: Cardiovascular Quality and Outcomes indicó que un grupo de investigadores de Suecia confirmó que aquellas personas que viven solas y deciden tener un perro reducen los riesgos de morir por un accidente cerebrovascular isquémico (ACV) o de un ataque cardíaco.
Para el estudio, los investigadores relacionaron datos del Registro Nacional de Pacientes Suecos, que contiene información de personas de entre 40 y 85 años que sufrieron esas enfermedades entre enero de 2001 y diciembre de 2012, con los registros de canes del Club Kennel Sueco y de la Junta de Agricultura.
Tras el cruce de datos, se reveló que el 5,7% de los 181.696 pacientes que habían sufrido un ataque cardíaco tenían un perro; mientras que el 4,8% de las 154.617 que había padecido un ACV también vivía con esa mascota.
Si comparamos estas cifras con las personas que no tenían perro, los científicos mostraron que el riesgo de muerte de quienes fueron hospitalizados por problemas del corazón y vivían solo con el animal caía un 33%; mientras que entre quienes también tenían pareja o niños, el riesgo descendía 15%. En el caso del ACV, las posibilidades de muerte era de 27% y 12% respectivamente.
«Sabemos que el aislamiento social es un factor de riesgo fuerte para peores resultados de salud y muerte prematura. Algunos estudios previos han indicado que los dueños de perros experimentan menos aislamiento social y tienen más interacción con otras personas«, explicó Tove Fall, profesor de epidemiología molecular de la Universidad Uppsala (Suecia) y coautor de la investigación.
En ese sentido, agregó que «tener un perro es una buena motivación para la actividad física, que es un factor importante en la rehabilitación y la salud mental».
Un segundo estudio basado en 3,8 millones de personas analizó información de 10 investigaciones previas y comprobó que los propietarios de perros reducen el riesgo de muerte 24% por cualquier causa, 65% por ataques al corazón y 31% por problemas relacionados con las enfermedades cardiovasculares.
«Tener un perro está asociado con el aumento del ejercicio físico, menores niveles de presión arterial y un mejor perfil de colesterol«, explicó Caroline Kramer, endocrinóloga y científica clínica del Hospital Monte Sinaí de la Universidad de Toronto.