Ciudad

Un rosarino ligado a Croacia

«Tenemos muchas cosas en común con los croatas”


Por Diego Carballido

Pablo Serr además de poeta y uno de los responsables de la Biblioteca Alfonsina Storni, en el barrio de Pichincha, tiene una fuerte admiración por la cultura croata. Ese interés lo llevó a estudiar la lengua en la Facultad de Humanidades y Artes de la UNR y hoy es traductor de la obra de muchos poetas provenientes del país balcánico. «Tenemos muchas cosas en común con los croatas y ellos se sienten muy identificados con nuestra idiosincrasia. Tienen la costumbre de juntarse mucho con amigos en bares, de hablar mucho, de ir a plazas o de ir a tomar un café después del trabajo. Todos son muy hospitalarios y cálidos en el trato”, relata Pablo luego de haber visitado dos veces Croacia en el último tiempo, en la primera oportunidad estuvo viviendo durante un año en la capital, Zagreb, como resultado de una beca de capacitación en la cultura croata.

Pablo (tercero de izquierda a derecha) de visita por tierras croatas

«Es un país que tiene muchas regiones con un sentido de pertenencia muy fuerte, por eso conviven tanto dialectos junto con la lengua croata», explica Serr luego de aclarar que en sus dos visitas se sintió muy cómodo durante su estadía. «Las regiones, a su vez, tienen distintos climas y paisajes. Todo dentro de un país que tiene el tamaño de la provincia de Tucumán, con cuatro millones de habitantes y 1.200 islas”.

Para Pablo, las cuestiones de los regionalismos se vieron reflejadas en los festejos de los jugadores de la selección croata al final del partido con Inglaterra: “Fijate que, además de la bandera del país, algunos tenían impreso el nombre de su lugar de pertenencia».

«Es un país que tiene muchas regiones con un sentido de pertenencia muy fuerte»

La pasión croata

Además de tener muchas cuestiones en común con los inesperados finalistas del Mundial, nuestro país ha sido, en varias oportunidades durante el siglo pasado el destino de muchos inmigrantes croatas que se instalaron sobre todo en la región pampeana. Tal es así,  que se convirtieron en la tercera comunidad más grande de croatas fuera de su país, después de Estados Unidos y Alemania. «Mucha gente de allá tiene contacto permanente con la gran cantidad de descendientes que vinieron para esta zona. Hay una colectividad croata muy grande en Rosario y alrededores, por ejemplo, en Villa Mugueta», asegura Pablo y con respecto a las formas en que viven el fútbol, no tiene duda en afirmar que son «fanáticos totales” y comparte una anécdota: “Yendo en taxi por Zagreb, el conductor empezó a nombrarme jugadores de equipos argentinos y yo no podía seguir la conversación porque de fútbol no tengo ni idea» (risas).

Mandzukic mostrando la bandera croata con la inscripción de su ciudad natal Slavonski Brod.

Destino turístico

De acuerdo con su experiencia en el país balcánico, Serr ubica al turismo como una fuente importante de los ingresos económicos de este pequeño país que fue parte de la desaparecida Yugoslavia y vivió el flagelo de la guerra de los Balcanes durante la década del noventa. Entre sus principales atractivos para visitar cuenta con la ciudad de Dubrovnik, escenario de filmación de la serie Games Of Thrones, o la paradisíaca Split al sur del país.

«Son de tomar mucha cerveza, tienen una especie de vodka que se llama rakia y con la comida tienen especialidades por regiones, pero no me encontré con nada demasiado extraño a nuestro paladar», dice Pablo y con respecto al idioma advierte: «Para nosotros es bastante complejo porque pertenece a otra familia de lenguas, que son las eslavas, eso implica una estructura bastante lejana al castellano. Además, si bien hay un idioma croata estándar, existen dialectos con diferencias bastantes pronunciadas».

Para conocer un poco más

Respecto a la literatura, que es el campo que le resulta más cercano a Pablo, comparte su encanto y admiración por el poeta croata Antun Branko Šimić, y asegura que todavía no se explotó al máximo la producción literaria de este pequeño país perteneciente a la región de los Balcanes. «Dentro de la música, quienes se hicieron muy conocidos son los 2cellos y siempre que vienen a la Argentina llenan todo. Y estando en Croacia, escuché a Darko Rundek que se podría decir que es una especia de Spinetta”, concluye Serr.