Brasil llegó el 29 de abril a los 400.000 muertos por la pandemia y los infectólogos advierten que se pueden dar 100 mil fallecidos más en pocos meses
Las marchas bolsonaristas de este fin de semana a favor de una intervención militar contra las cuarentenas en Brasil, con miles de personas en las calles y sin barbijo en grandes ciudades, amenazan con aumentar los contagios y anticipar las previsiones para alcanzar los 500.000 muertos por Covid-19, afirmaron este lunes expertos en salud.
Mientras tanto, el Gobierno enfrenará mañana las primeras audiencias de la comisión del Senado que investiga la gestión del Ministerio de Salud y el presidente Jair Bolsonaro en la pandemia.
«Los más optimistas dicen que en agosto llegaremos a los 500.000 muertos y los más pesimistas calculan que en junio», dijo el infectólogo Marcos Boulos, especialista del Centro de Contingencia de Coronavirus en el estado San Pablo.
Según Boulos, podrá haber menos velocidad de aumento de las muertes a raíz de la vacunación pero será necesario otro período de cuarentenas y confinamiento como en Portugal y el Reino Unido.
«Aquí nuestro presidente no quiere saber de eso de cerrar todo por un mes para quebrar el contagio y los estados también han quedado a contramano del control pandémico», indicó el especialista.
Brasil llegó el 29 de abril a los 400.000 muertos por la pandemia 37 días después de haber marcado los 300.000, mientras para llegar a los primeros 100.000 debieron pasar 149 días y para pasar de 200.000 a los 300.000 se necesitaron 76 días.
Con 76% de ocupación hospitalaria, el colapso sanitario de marzo y abril se redujo lentamente en el estado San Pablo, que tiene 46 millones de habitantes, similar a la Argentina, y se acerca a los 100.000 muertos.
En la ciudad de San Pablo, la entidad empresarial de las clínicas y hospitales privados denunciaron que el sector sigue en colapso con entre 90% y 100% de ocupación de camas de terapia intensiva por los casos de Covid-19.
En tanto el jefe del Centro de Contingencia contra el Coronavirus de San Pablo, Paulo Menezes, de la Universidad de Sao Paulo, afirmó que el escenario de contagios se agravará a raíz de las manifestaciones del domingo.
«Por ejemplo, la situación en San Pablo viene mejorando pero en las últimas dos semanas retomamos actividades no esenciales, comercio y servicios, con aumento de circulación de personas; estas manifestaciones pueden interrumpir la mejoría en los índices, son miles de personas en todo el país sin máscara, aglomeradas», afirmó Menezes.
Simpatizantes de Bolsonaro salieron a las calles el sábado para pedir que el presidente intervenga con las Fuerzas Armadas para obstruir los decretos de cuarentenas en estados y municipios, a raíz de una declaración de la semana pasada del mandatario en ese sentido.
Esta mañana Bolsonaro dijo en el Palacio de la Alvorada que no quería comentar el asunto con sus seguidores.
Su actuación ante la pandemia tendrá mañana el primer testimonio en su contra en la Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) del Senado.
Será escuchado el ex ministro Luiz Mandetta, del derechista partido Demócratas, quien renunció hace un año luego de negarse a aplicar como política pública la adopción de remedios antipalúdicos como la hidroxicloroquina, que impulsaba el presidente.
El jueves lo hará el sucesor de Mandetta, Nelson Teich, y la próxima semana Eduardo Pazuello, el general en actividad que fue reemplazado en marzo, en pleno colapso sanitario, por el cardiólogo Marcelo Queiroga.
La comisión busca información sobre si el gobierno fue omiso frente al peligro de la pandemia y si el presidente trabajó para ello, según el relator, el senador Renan Calheiros, que calificó los crímenes contra la salud como imprescriptibles, citando al serbio Slobodan Milosevic y al ex dictador chileno Augusto Pinochet.
Queiroga, en tanto, anunció hoy que Brasil está «en la inminencia» de un nuevo acuerdo por 100 millones de dosis de la vacuna contra el coronavirus de Pfizer para después de septiembre, luego de que se cumpla el primero, por la misma cantidad, con ese laboratorio estadounidense.
Brasil aplicó 47.745.666 dosis pero apenas 15.869.985 personas, el 7,4% de la población, recibió las dos.
Esta semana iniciará la vacunación con el lote de un millón de vacunas Pfizer llegados del viernes y así esta marca se sumará a las que se aplican desde el 17 de enero, CoronaVac y AstraZeneca-Oxford.