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Temblores: ¿qué son y cómo tratarlos?


La semana pasada, la canciller alemana Angela Merkel sufrió temblores durante varios minuto mientras recibía al presidente de Ucrania, Vladimir Zelenski. Según Merkel, los temblores fueron producto de un supuesto problema de deshidratación. Pero las causas y orígenes de los temblores son múltiples y muy variadas. Además parece ser que es una patología que los médicos ven con mucha frecuencia.

El doctor Pablo Gregorio Baz Rodríguez, coordinador Nacional del Grupo de Trabajo de Neurología de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), le explicó a EFESalud los verdaderos orígenes de los mismos.

Los temblores son contracciones y relajaciones musculares involuntarias, muy rápidas de un grupo muscular determinado (cabeza, manos, miembros, cuerdas vocales) o generalizados en todo el organismo, de forma rítmica.

Gregorio Baz informó que el temblor es una manifestación o síntoma “muy frecuente” en la práctica clínica diaria. En función de la edad, condición basal de la persona o patología previa puede indicar una enfermedad sistémica o una condición puntual que no represente significación clínica importante.

El origen de los temblores puede ser fisiológico, que es el más frecuente, ante determinado estímulo externo, como puede ser un cambio de temperatura. Pero, también se producen por temor ante determinadas situaciones de pánico que se presenten en nuestra vida o crisis de ansiedad (temblor psicógeno).

Otro origen es ante una infección de tipo respiratorio, urinaria, donde varía la temperatura pudiendo presentar fiebre. Además existen el temblor esencial, el temblor por enfermedad de Párkinson o el temblor por ataxias, relacionadas con el cerebelo, más infrecuentes como la Ataxia de Friedreich o espinocerebelosas.

Otra de las causas de esta enfermedad puede ser farmacológica, por efectos secundarios de determinados fármacos que afecten el Sistema Nervioso, así como tras la intoxicación por ingesta de alcohol, ya que afecta al órgano del equilibrio desde consumos tempranos. Determinados trastornos hormonales como afectación tiroidea, en el hipertiroidismo, pueden producir temblor.

Tratamiento y características

Para poder realizar un tratamiento adecuado, hay que identificar la causa que lo origina y realizar un correcto diagnóstico clínico. “En el caso de las enfermedades originadas por trastornos del Sistema Nervioso Central, como en el párkinson, existen fármacos específicos que, gradualmente, vamos aumentando en función de la dosis”, dijo Baz.

Por otra parte, en el caso de intoxicaciones farmacológicas, el especialista de Semergen aseguró que al suprimir el fármaco, mejorarán los síntomas. Mientras que cuando el trastorno es hormonal, se tiene que corregir el exceso hormonal tiroideo . Si la causa es la fiebre, se recomienda utilizar antitérmicos y tratar la infección subyacente.

En el temblor esencial y psicógeno, el especialista aconsejó tranquilizar al paciente, informarle de que no se trata de una enfermedad de Parkinson o potencialmente grave, sino de una enfermedad benigna, existiendo en el temblor esencial un componente hereditario, para el que hay fármacos eficaces.

“Tenemos que aconsejar evitar factores como la cafeína, el tabaco, el estrés o el cansancio, entre otros, ya que agravan el temblor”. Y obviamente, evitar el consumo de alcohol.

Temblores leves y graves

En función del origen, la sospecha de padecer una enfermedad del Sistema Nervioso Central será más grave, pero en la mayoría de los casos tendrá un origen fisiológico o benigno y por lo tanto serán leves.

“Es fundamental una buena anamnesis, es decir conocer la situación en que se ha producido e investigar factores precipitantes, fármacos, tóxicos ingeridos, situaciones o eventualidades negativas de estrés que lo pueda precipitar”, señaló.

Según el especialista, se pueden también clasificar en función de la localización, la frecuencia, la amplitud, la duración del síntoma.

Correcta exploración

Con una correcta exploración física y neurológica se podrá dar con el origen, tener que recurrir a pruebas sofisticadas. Por sus características pueden ser:

El temblor de reposo, que se intensifica por la situación emocional y actividades mentales (leer el periódico, conversar). Este temblor cesa con el movimiento pero se reanuda cuando la parte afectada vuelve al reposo. El ejemplo típico es el párkinson.

El temblor postural se observa cuando se conserva una posición particular por un tiempo. Solo ocurre en el temblor esencial.

Temblor de acción es producido por cualquier tipo de movimiento voluntario y se intensifica al comienzo, durante o al final del movimiento. Fundamentalmente, ocurre en enfermedades cerebelosas, como por ejemplo el temblor en la escritura o con la voz

Temblor de Holmes ocurre en las enfermedades neurodegenerativas por lesión del Sistema Nervioso Central .

Temblor distónico ocurre como la tortícolis espasmódica.

Temblor neuropático ocurre en neuropatías desmielinizantes.

¿Origen genético o neurológico?

Según manifestó el doctor Gregorio Baz, el origen genético de los temblores es más infrecuente. “El segundo origen más frecuente, tras el temblor fisiológico, sería la enfermedad de Parkinson”.

Este sería producido por oscilaciones neuronales anormales dentro de las vías de conexión de la corteza motora, ganglios basales y tálamo. Su etiología responde a la destrucción de las células nigroestriales.

Se cree, afirmó el especialista, que en el temblor esencial se debe a la intensificación de las oscilaciones olivocerebelosas que llevan a la corteza motora a través del cerebelo y del tálamo. El temblor de intención se debería a una lesión de las áreas nucleares cerebelosas o sus vías de conexión hacia el tálamo contralateral.

A través de las vías corticoespinales se transmiten las oscilaciones respectivas a las células del asta espinal anterior, cuyo patrón de inervación modificado provoca el cuadro clínico de temblor.

¿Un mal funcionamiento de algún órgano?

Según Baz, como todo signo o síntoma, se tiene que hacer un diagnóstico diferencial para descartar enfermedades sistémicas o potencialmente graves, dentro de las cuales, la más importantes está el daño hepático.

En la encefalopatía hepática ocurre el flapping tremor o temblor aleteante. Un síntoma adrenérgico que puede ocurrir en la hipoglucemia es el temblor por actividad del sistema nervioso simpático de finalidad compensadora, ocurriendo en los pacientes diabéticos por exceso de insulina o antidiabéticos orales, por mal funcionamiento pancreático.

O el ya comentado fallo del Sistema Nervioso Central o cerebeloso. También está la alteración por hiperfunción de la médula en la glándula suprarrenal que ocurre en el feocromocitoma, por exceso de catecolaminas. La hipercapnia o aumento de dióxido de carbono en los tejidos y la sangre puede producir síntomas neurológicos como el temblor. Puede verse en la insuficiencia respiratoria.

Hipertiroidismo

En el aumento de la actividad tiroidea, Hipertiroidismo, también se ve este fenómeno, en el que actúan de forma supranormal cantidades de T3 y T4.

En la hipomagnesemia o falta de Magnesio por aporte insuficiente, mala absorción intestinal o eliminación excesiva por afectación de la vía digestiva o el alcoholismo. El médico concluyó: Sin dudas, entre los temblores, el más frecuente es el fisiológico, donde no existe afectación orgánica de base”.