Una enérgica protesta de los taxistas de Barcelona para limitar las licencias de Uber y Cabify se expandió este lunes a otras regiones de España, a la espera de una importante reunión entre el sector y el gobierno español.
En solidaridad con los taxistas de Barcelona, que llevan desde el miércoles con su servicio suspendido, se han convocado también huelgas o paros parciales en Madrid, Valencia, Zaragoza, Bilbao, Sevilla y la turística Costa del Sol.
El sector reclama que se limite por ley el número de licencias a vehículos de transporte con conductor (VTC) a una por cada 30 de taxi, como recogía un reglamento municipal de Barcelona suspendido judicialmente tras un recurso del gobierno español.
A las 12H00 (10H00 GMT), representantes del sector del taxi se reunirán en Madrid con el ministerio de Fomento para abordar la problemática.
Si no hay avances, amenazan con bloquear puertos, aeropuertos e incluso la frontera con Francia.
En la capital catalana, el principal destino turístico del país, cientos de taxis amarillos y negros ocupaban por tercer día consecutivo la Gran Vía, una de las principales arterias de la ciudad.
Desde el viernes, los taxistas se plantaron en esta avenida, donde han dormido las últimas tres noches ya sea en colchones sobre el asfalto, tiendas de campaña o los mismos asientos de sus coches.
A la protesta se han unido taxis de otras localidades de la región de Cataluña y llegados de ciudades más lejanas como Madrid o Sevilla, con lo que la ocupación se empieza a ensanchar hacia el elegante y exclusivo Paseo de Gracia.
Por su parte, las asociaciones de VTC cargaron con fuerza contra la huelga de taxistas, especialmente contra las agresiones a sus conductores el miércoles durante la primera jornada de huelga en Barcelona.
«Esperamos sinceramente que el Estado del derecho no ceda al chantaje de los violentos», señaló la plataforma Unauto, que representa a Uber y Cabify.