Si bien la tasa anual anunciada fue de 43%, el costo financiero alcanza el 64%. Unas 2,5 millones de personas entraron al plan lanzado por la pandemia.
Este mes llegó la primera de las nueve cuotas a los clientes bancarios que tengan tarjetas de crédito y hayan optado por el plan de financiamiento de saldos, tras el período de gracia de tres meses. Se estima que unas 2,5 millones de personas ingresaron al plan de pagos.
De acuerdo al esquema de refinanciación que estableció el Banco Central, los resúmenes que no pagaron hasta el 30 de abril inclusive quedarían refinanciados automáticamente por un plazo de un año.
La Tasa Nominal Anual (TNA) que fijó el BCRA fue de 43% anual y la medida fue aplicada automáticamente por los bancos a aquellos clientes que no cancelaron o lo hicieron de forma parcial.
De todas formas, ese interés no contempla otros factores que terminan aumentando el Costo Financiero Total (CFT) de la refinanciación. La autoridad monetaria dispuso que las entidades solo cobran intereses compensatorios más el IVA y los impuestos que corresponda en cada provincia. La tasa de interés final ronda el 64%.
Para ejemplificar, un cliente del banco BBVA con un saldo impago de tarjeta de $10.000 comenzó a pagar desde este mes 9 cuotas promedio de $1509,93. Aunque la primera será más alta, de $1544,70. En total, el usuario pagará $13.588,47 por cada $10.000, al cabo de un año. Prácticamente un 36% de interés. El cálculo, desde ya, cambiará de acuerdo a cada banco ya que algunos incluso aplicar una TNA más baja.
De acuerdo a un informe del Centro de Economía Regional y Experimental (CERX), el plan de financiación de los saldos impagos de tarjeta alcanzó a unos 2,5 millones de personas.
Según la consultora, el inicio del pago de las 9 cuotas se dio en un contexto en el que los ingresos de muchos hogares no fueron recompuestos y que, incluso, necesitaron seguir utilizando la tarjeta para afrontar otros gastos durante la pandemia.
«Como la cuarentena se fue renovando cada 15 días, las familias no planificaron tantos meses con ingresos recortados. Por lo que se demoró el recorte de gastos y los consumos de tarjetas siguieron creciendo por necesidad», explicó CERX.