Se trata de una adicción que va más allá de una tendencia de moda o estética y puede derivar en enfermedades graves, como el cáncer de piel
El portal especializado mejorconsalud.com ha publicado un artículo de interés acerca del trastorno psicológico vinculado a la “obsesión y deseo compulsivo de estar bronceado”, el cual da lugar a desarrollar conductas de riesgo. A continuación, las características, los síntomas, consecuencias y modalidades de tratamiento de dicha adicción conocida como «Tanorexia«.
Durante mucho tiempo fue considerado simplemente como un comportamiento excéntrico, pero no se le catalogaba como una adicción o trastorno. Sin embargo, un estudio adelantado en 2005 por un grupo de dermatólogos cambió la percepción al respecto. Hoy en día la tanorexia se aborda como una adicción, ya que cumple con todos los criterios para ello. El estudio de 2005 sugirió que quienes tienen este tipo de comportamiento presentan patrones de conducta similares a los de otras formas de adicción, como el alcoholismo.
Estudios posteriores siguieron en la misma línea, precisando las posibles causas de la tanorexia, como te contaremos en este artículo. Por lo tanto, ese deseo compulsivo de tomar el sol y broncearse no es, como se creía, una tendencia de moda ni una obsesión estética, sino que va mucho más allá.
¿Qué es la tanorexia?
La tanorexia se define como una adicción al bronceado. Quien la padece experimenta una necesidad obsesiva por tener un tono de piel más oscuro, y para lograrlo toma sol al aire libre o se expone a una cámara de bronceo. Sin embargo, nunca está conforme con el tono de piel que consigue.
No hay acuerdo pleno entre los expertos sobre el hecho de si se trata de un trastorno psiquiátrico independiente, o si constituye una modalidad del trastorno dismórfico corporal (TDC). También hay quienes señalan que debe catalogarse como síndrome, ya que hay aspectos de este problema que todavía no cuentan con suficiente evidencia científica.
Quien padece este problema no toma en cuenta las consecuencias que se pueden derivar de una exposición continua al sol o a las cámaras de rayos UV. Sufren una necesidad obsesiva de oscurecer su piel y los posibles riesgos de salud no los persuaden de moderar su conducta.
Síntomas y causas
Según los estudios de Feldman y colaboradores, en 2004, tomar sol o rayos UV repetidamente aumenta los niveles de relajación. Esto se debe a que la exposición a los rayos UV provoca liberación de endorfinas y opioides en el organismo.
Las endorfinas son unas sustancias químicas cerebrales que alivian el dolor y producen una sensación de euforia. Estas se segregan de forma natural, desde el hipotálamo y la hipófisis, pero solo ocurre en casos de estrés emocional o físico, lo cual incluye situaciones de dolor o esfuerzo intenso, excitación y orgasmo.
Es esa sensación de bienestar la que da origen a la adicción. Una persona tanoréxica experimenta síndrome de abstinencia cuando es privada de sus baños de rayos UV. La diferencia entre alguien aficionado al sol y un tanoréxico es que este último presenta los siguientes síntomas:
- Deseo compulsivo de broncearse y frustración continua por no obtener un color de piel suficientemente oscuro.
- Convicción de que su tono de piel es más claro de lo que realmente es.
- Angustia por la posibilidad de perder el bronceado alcanzado hasta ahora.
- Envejecimiento prematuro de la piel.
- Quemaduras que buscan camuflar con maquillaje.
- Conducta ansiosa
Los efectos de la tanorexia
Una exposición razonable al sol tiene efectos positivos sobre los estados depresivos y mejora la fotopercepción visual, así como el metabolismo de la vitamina D. Cuando hay exceso de exposición a los rayos solares, por el contrario, aparecen varios problemas de salud.
Primero que todo hay un efecto sobre la piel, lo cual acelera el envejecimiento cutáneo y promueve la resequedad. También pueden presentarse quemaduras y diferentes modalidades de cáncer de piel. El sol excesivo provoca lesiones oculares, alteraciones inmunológicas, daño en el ADN y formación de radicales libres, entre otros.
Desde el punto de vista psicológico, la adicción genera mayor sentimiento de inseguridad y falta de autonomía. Exacerba la ansiedad, disminuye la tolerancia a la frustración y muchas veces impacta negativamente las relaciones sociales.
¿Qué hacer?
Lo más habitual es que quienes padecen tanorexia no acepten que tienen un problema. Es frecuente que consulten al médico por las quemaduras en su piel, o por otras dificultades de salud derivadas de sus excesos, pero se negarán rotundamente a admitir que esa es la causa.
Este problema es muy similar a la anorexia. Mientras que en la anorexia una persona se mira al espejo y se ve gorda, así esté en los huesos, en la tanorexia la persona se ve blanca, así esté totalmente bronceada y con quemaduras en la piel.
El abordaje debe ser consultando con un profesional de la salud mental para que se trabaje sobre las causas que desencadenan esta conducta. Lo más frecuente es que haya problemas de autoaceptación, pero estos pueden ser tratados con un apoyo calificado.
Fuente: mejorconsalud.com