Talleres llegaba con viento a favor tras la hazaña en el mítico Morumbi ante San Pablo. El 0-0 de la semana pasada encadenado con aquel 2-0 en el choque de ida para eliminar a un gigante del continente eran argumentos suficientes para tener un Kempes repleto.
Y a ese envión le siguió un arranque fenomenal del equipo cordobés, que recibía a Palestino por la ida de la tercera fase de la Copa Libertadores, última escala para el primer gran objetivo: entrar a la fase de grupos, allí donde en la zona A esperan River, Inter de Porto Alegre y Alianza Lima. Pero todo se derrumbó.
Lo que era 2-0 y fiesta en las tribunas terminó en 2-2 y preocupación de cara a la revancha del próximo miércoles en el estadio Municipal de La Cisterna de Santiago de Chile.
Iban apenas 2 minutos cuando Dayro Moreno se filtró en el área de Palestino y con la pelota picando definió con clase ante la salida del arquero Ignacio González para hacer estallar a la multitud de la T.
Mejor no podía haber arrancado la historia. Y encima Talleres no aflojó. Es que se dio cuenta que enfrente tenía a un rival al que si acorralaba podía dejar en jaque.
Más aún después del gol de Juan Ramírez, de penal, a los 34 minutos. Era todo del Tallarín. Era fiesta en el Kempes.
Hasta que una jugada tan simple con un lateral complicó el escenario. La peinó en el área Gutiérrez, no pudieron despejar ni Komar ni Enzo Díaz, que pifió y le dejó la pelota servida a César Cortés. El delantero no perdonó y de primera, a contrapierna de Herrera, la mandó a guardar para marcar un inesperado descuento.
Y el segundo tiempo fue una historia completamente distinta a la del primero. Talleres salió bloqueado. Sólo se dedicó a dejar pasar los minutos y lo pagó carísimo. Cuando Guillermo Soto, lateral derecho de la visita, llegó hasta el fondo, amagó el centro al medio y la metió en el primer palo de un dubitativo Herrera iban 22 minutos y Palestino ya había hecho méritos para llegar al 2-2.
Los chilenos, que mantuvieron la base del plantel que ganó la Copa Chile 2018 y que vienen de eliminar en la fase previa por penales a Independiente Medellín, se llevan de Córdoba un empate valioso, no sólo por los dos goles de visitante sino por cómo asomaba el partido con el arranque avasallante de Talleres.
Para el equipo argentino será barajar y dar de nuevo. Recordar el gran partido jugado en San Pablo y dejar a un lado los altibajos en este partido. Ya lo sabe: a Chile debe ir a ganar si quiere seguir en la Copa y arrancar la aventura de la fase de grupos.
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