El uso de mascarilla es ahora obligatorio en los lugares públicos de la capital, Bangkok
Tailandia aplicó nuevas restricciones en su capital para intentar frenar una inédita ola de coronavirus en su territorio, con récords diarios de casos y muertes en los últimos días.
El uso de mascarilla es ahora obligatorio en los lugares públicos de la capital, Bangkok, y se pena de multas de hasta 20.000 bahts (630 dólares), y en otras 47 provincias. El primer ministro Prayuth Chan-ocha fue uno de los primeros en ser multados hoy al entrar en vigor la medida.
Una foto subida a su perfil oficial de Facebook lo mostró sin tapabocas mientras presidía una reunión sobre vacunación contra la Covid-19, lo que desató críticas en redes sociales. El gobernador de Bangkok, Aswin Kwanmuang, dijo que él y el jefe de policía de la capital fueron a la residencia oficial del premier y recolectaron la multa, que fue de 6.000 bahts porque era la primera vez que Prayuth violaba la nueva norma. La foto fue luego borrada del perfil de Facebook del primer ministro.
El Ministerio de Salud anunció hoy 2.048 nuevos casos de coronavirus y ocho muertes en las últimas 24 horas, luego de haber marcado ayer un récord de 11 muertes desde el inicio de la pandemia, informó la cadena de noticias BBC. El reino del Sudeste Asiático, con 70 millones de habitantes, acumula 57.580 contagios y 148 fallecimientos. El alto número de infecciones provocó escasez de camas en salas de terapia intensiva de hospitales.
El rebrote comenzó en marzo pasado en lugares de recreación nocturna dentro de Bangkok y sus alrededores, en medio de malabares del Gobierno para no imponer una confinamiento nacional a fin de no deteriorar más la economía.
Pero ante el avance del virus, las autoridades de la gran ciudad, epicentro de la epidemia, cerraron hoy cines, piscinas y gimnasios tras haber ordenado la semana pasada el cierre de colegios, bares y discotecas, además de prohibir a los restaurantes que sirvan alcohol.
Tailandia había eludido un impacto frontal de la epidemia hasta las últimas semanas gracias a una política muy estricta de control de fronteras y de personas contagiadas. Pero la vacunación de la población se ha retrasado mucho, respecto otros países de la región. Prayut dijo hoy en Facebook que el Gobierno trata de obtener más dosis, con el objetivo de vacunar a 300.000 personas por día.