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Supermercadistas rosarinos advierten que si llegan aumentos desmedidos «no se van a hacer pedidos»


Desde la Cámara de Supermercados local se refirieron a la suba del dólar de los últimos días y a una caída sostenida del consumo

En un contexto de creciente incertidumbre económica, marcado por la fuerte suba del dólar y una caída sostenida en el consumo, desde la Cámara de Supermercados de Rosario alertaron que no convalidarán aumentos desmedidos en las listas de precios de los proveedores. A pesar de los rumores, aún no se registran modificaciones generalizadas, pero el sector comercial ya anticipa que no realizará pedidos si los incrementos superan los niveles razonables.

“Hasta el momento no recibimos aumentos. Están todos esperando, sondeando cómo reacciona el mercado y el consumidor”, explicó Sergio Cassinerio, titular de la cámara local, en declaraciones radiales. Según señaló, el escenario actual es muy distinto al de otras épocas de disparada cambiaria: el consumo está retraído, el público prioriza segundas marcas y no convalida nuevos incrementos.

“Si los aumentos son exagerados, directamente no se van a hacer pedidos. Hoy la gente abandona primeras marcas y busca alternativas. Muchas pymes lograron posicionarse con productos buenos y a mejor precio, y ya se quedaron en las góndolas”, aseguró en diálogo con LT8.

Julio con ventas estancadas

En relación al comportamiento del consumo durante el último mes, Cassinerio indicó que el sector se mantiene en una “meseta”. En la comparación entre junio y julio, las ventas no mostraron cambios significativos y continúan por debajo de los niveles de inflación. “Las unidades vendidas no se recuperaron. Hay una baja real en el consumo”, explicó.

Impacto del dólar

En paralelo, la escalada del dólar —que subió un 6% en la última semana— vuelve a encender las alarmas. Aunque todavía no hay traslados generalizados a los precios, algunas compañías alimenticias ya aplicaron subas que oscilan entre el 3 y el 9 por ciento. Según trascendió, firmas como Unilever y Softys remarcaron sus listas en torno al 7 u 8%, mientras que empresas como Mastellone (La Serenísima) y Danone aplicaron ajustes más moderados, del 3,5 al 4%.

Desde el sector supermercadista insisten en que no pueden trasladar esos aumentos a los precios finales sin riesgo de profundizar aún más la caída del consumo. La situación se torna especialmente crítica para los comercios de cercanía y supermercados locales que, frente a un escenario de ingresos congelados, deben optar por estrategias cada vez más cuidadosas para sostener sus ventas.