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Superliga: Central ganó, gustó, goleó y bailó a Olimpo


Baile Gigante. Entonado tras el triunfo en Parque Patricios ante Huracán, Central se dio un gran gusto. En un Gigante colmado de ilusión, el equipo de Leo Fernández arrancó con todo y tras un gran partido vapuleó 5-0 a Olimpo en el encuentro que cerró la jornada sabatina de la Superliga.

El Canalla consiguió así su tercera victoria consecutiva tras los triunfos ante Unión (1-0) y Huracán (3-2). El elenco auriazul sumó así tres puntos más para seguir en la remontada que lo sacó de los últimos puestos de la tabla, tras el mal arranque de torneo con Montero como DT.

En menos de 7 minutos Central tuvo 3 chances claras: primero una volea del debutante López Pisano que dio en un defensor y se fue al córner, luego con una apilada de Lovera que terminó con un derechazo alto y después con el gol: a los 7 llegó un centro, el balón le quedó en el segundo palo a Maximiliano González y el volante central venció al arquero Anchoverri para el 1-0.

El asedio auriazul no cesó. Y tras fallar un par de situaciones más, a los 23 llegó el segundo. Lovera frotó la lámpara y asistió al pibe Lioi, quien la empalmó de volea y estampó el 2-0. Golazo. Y justicia…

Lo que vino después fue un toqueteo de los pibes de Central con un Lovera en su máxima expresión. Es más, el resultado del primer tiempo terminó siendo generoso para con Olimpo.

Un calco del primero fue el inicio del segundo. Central, sólido y suelto, fue por más. Primero estuvo cerca con el colombiano Cabezas, y a los 8 otra vez el juvenil Lioi infló la red de Olimpo: recibió la asistencia de Zampedri y se la picó a Anchoverri. ¡Golazo!

De allí en más fue más carnaval auriazul: a los 25 otra vez Lioi anotó, esta vez tras culminar un gran contraataque y definir por un costado del arquero bahiense.

Y había más. A los 27, José Luis Fernández se anotó en el marcador definiendo por encima de Anchoverri para el delirio del pueblo canalla.

Luego hubo que esperar el pitazo final. Y el aplauso desde los cuatro costados. Central ganó, gustó y goleó. Y su gente se fue feliz.