El país africano transita un proceso político luego del derrocamiento del dictador Omar al Bashir
Sudán, luego de más de 30 años de vigencia, concretó la abolición de algunas leyes cercanas al islamismo, como la mutilación genital femenina y la apostasía. El gobierno del país africano cambió estas normas de carácter religioso por otras que se apegan más al texto constitucional transitorio que se elaboró luego del derrocamiento del dicator islamita Omar al Bashir, en abril del 2019. La Ley de Enmiendas Misceláneas se aprobó la semana pasada y se elaboró con el objetivo de ampliar libertades y derechos humanos en una de las naciones más pobres del mundo.
La mutilación genital femenina es la principal modificación y que a partir de ahora será penado con tres años de prisión, multa y cierra del lugar donde se efectuó.
La ley aprobada considera «un crimen todo lo que elimina o deforma el órgano sexual femenino a través de cortar o modificar cualquier parte natural causando mal funcionamiento de forma total o parcial en un hospital, clínica o centro médico».
Unicef, en un estudio publicado en 2014, sostuvo que el 86,6% de las mujeres sudanesas sufrieron la mutilación de sus genitales por motivos religiosos y calculó que en todo el mundo al menos 200 millones padecieron esta intervención no médica, que se considera un delito.
Otra de las acciones despenalizadas es la apostasía, lo que significa que todos los sudaneses podrán renunciar a sus creencias religiosas o políticas. Hasta ahora era considerada un delito que podía terminar en la ejecución. Las nuevas leyes imponen penas de hasta diez años de cárcel para aquellos que denuncien públicamente a otra persona o grupo por apóstatas.
En 2014, la joven Mariam Ibrahim Ishaq adquirió relevancia mundial luego de que fuese condenada a pena de muerte por convertirse al cristianismo, aunque luego la sentencia fue revocada por falta de pruebas.
Otra de las leyes que se promulgaron este lunes prohíbe la ejecución de menores de 18 años y mayores de 70, salvo los condenados por delitos contra el Estado o por corrupción con fondos públicos.
Por otra parte, ya no se aplicará la pena de muerte a un homicida «de la misma manera que éste utilizó para asesinar si el tribunal así lo considera», como lo era hasta el momento.
También se despenalizó la compraventa de alcohol para extranjeros: sólo continuará prohibida si el fabricante es musulmán y lo vende a otro musulmán.
Los cambios en el país africano se producen en un proceso de transición, luego de que los militares y la oposición civil llegaran a un acuerdo tras el derrocamiento de Omar al Bashir en medio de una grave crisis política y económica a mediados del año pasado.