Hasta el momento, 694.537 personas dieron positivo de la enfermedad, 625.574 de ellas fueron dadas de alta
Sudáfrica, que a mediados de este 2020 figuraba como uno de los países más golpeados del mundo por el coronavirus, superó el umbral de los 18.000 muertos por la pandemia y se acerca a los 700.000 contagios, informaron las autoridades. El país contabiliza hasta la fecha 694.537 personas contagiadas, de los cuales 18.028 fallecieron, mientras otras 625.574 fueron dadas de alta, según los últimos datos oficiales.
Estas cifran indican que la tasa de recuperación en el país alcanza el 90% y la propagación de la enfermedad se mantiene contenida desde agosto, mes en el que Sudáfrica pudo, por fin, declarar que había comenzado a doblegar su severa curva epidémica. Sin embargo, los temores de una segunda ola como la que está atravesando Europa crecen en la nación más desarrollada de África, especialmente a raíz de la constatación de un ligero incremento reciente de los casos, informa la agencia de noticias EFE.
«El pico venía bajando y paró alrededor los 10.000 casos a la semana, cifra en la que se mantuvo durante las últimas 4 o 5 semanas. Por tanto, no estamos viendo aún una nueva ola, pero si se mira a la última semana hay un ligero crecimiento», advirtió anteayer el ministro de Salud sudafricano, Zweli Mkhize, en declaraciones a la televisión local Enca.
El ministro descartó que esa potencial nueva escalada de la Covid-19 esté ocurriendo ya en el país, pero también pidió ser «muy realistas» respecto a la posibilidad de que ocurra en algún momento. «El riesgo está ahí y en este momento no estamos viendo un crecimiento que indique una segunda ola, pero no debemos ser complacientes», recalcó Mkhize.
La provincia de Gauteng, que alberga los grandes centros urbanos de Johannesburgo y Pretoria, es el corazón económico y político de Sudáfrica y a mediados de año fue uno de los grandes epicentros mundiales de la Covid-19, por lo que es la zona que más preocupa por el aumento reciente de casos.
Una segunda ola en estos momentos sería devastadora para Sudáfrica, ya que el país busca reactivar su deteriorada economía después de que durante el segundo trimestre del año -en coincidencia con los meses en los que se aplicó un confinamiento muy duro- sufriera una contracción del Producto Bruto Interior (PBI) del 51% y la destrucción de unos 2,2 millones de empleos.
El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, tiene previsto anunciar mañana en el Parlamento un plan de recuperación económica diseñado por el Gobierno y la cúpula del partido gobernante, el Congreso Nacional Africano (CNA). Paralelamente, el país está realizando un estudio de prevalencia de anticuerpos para analizar el verdadero impacto de la pandemia en Sudáfrica.
Los primeros datos apuntan a que el número de infecciones podría haber sido hasta 20 veces superior a lo detectado, con un enorme número de personas asintomáticas que nunca supieron que contrajeron el virus.