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Sudáfrica reinstaura el toque de queda para contener el contagio de coronavirus


"La tormenta está sobre nosotros. Más de un cuarto de millón de sudafricanos se han contagiado con coronavirus", dijo el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa

 

Sudáfrica, el país del continente más golpeado por la pandemia de coronavirus, reinstauró a partir de hoy varias restricciones, entre ellas un toque de queda nocturno y la prohibición de vender o transportar alcohol en el territorio nacional, en un intento por neutralizar la propagación descontrolada del virus.

Las nuevas limitaciones fueron anunciadas anoche por el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, en un mensaje dirigido a la Nación, informó la agencia de noticias EFE.

El toque de queda se impondrá cada día desde las 21:00 hasta las 4:00 hora local, mientras que la prohibición de distribuir y vender alcohol, se adoptó para evitar las numerosas urgencias hospitalarias derivadas de su consumo y reservar la máxima capacidad posible del sistema sanitario -en especial las unidades de cuidados intensivos- para combatir la pandemia.

«La tormenta está sobre nosotros. Más de un cuarto de millón de sudafricanos se han contagiado con coronavirus y no sabemos cuántas infecciones más han ocurrido sin detectar. Hasta esta noche, hay 276.242 casos confirmados en el país. Estamos ahora registrando más de 12.000 nuevos casos cada día. Eso es el equivalente a 500 nuevas infecciones cada hora», dijo Ramaphosa.

El presidente matizó luego que la mortalidad del coronavirus en Sudáfrica se mantiene como una de «las más bajas del mundo» (1,5%), pero consideró «preocupante» que un 25% de las 4.079 víctimas mortales contabilizadas hasta la fecha en el país se hayan producido solo en la última semana.

Pese a estos datos el Gobierno sudafricano descartó, por el momento, volver a un confinamiento duro como el que ya atravesó el país africano entre finales de marzo y el comienzo de junio pasados, que dejó graves perjuicios a la economía.

«La recomendación que hemos recibido es que dar ese paso ahora no lograría necesariamente una reducción significativa en la tasa de transmisión y llegaría con un coste económico extraordinario, poniendo en riesgo los medios de vida y causando potencialmente un daño social de larga duración», indicó Ramaphosa.

Otras medidas que ya estaban en pie pero que el presidente quiso remarcar porque los niveles de cumplimiento han ido bajando son la obligatoriedad de llevar mascarillas o la prohibición total de visitar amigos y familiares en sus casas.

La mayoría de los sectores de la economía, sin embargo, permanecerán abiertos con las medidas de precaución necesarias.

Ramaphosa mandó, además, un mensaje de agradecimiento a todos los trabajadores sanitarios del país tras una semana en la que se empiezan a conocer datos sobre hospitales saturados, falta de camas y de reservas de oxígeno.

La propagación del coronavirus se disparó en Sudáfrica en las últimas semanas tras la reapertura de la economía el pasado 1 de junio.

Especialmente preocupante es la explosión de casos registrada en la provincia de Gauteng, donde se encuentran Johannesburgo y Pretoria, una zona que se ha convertido ya en el nuevo epicentro de la pandemia en el continente africano.

A nivel mundial, Sudáfrica es ya el décimo país del mundo con más contagios acumulados, el cuarto en cuanto a número de contagios registrados por día y el quinto con más casos activos en la actualidad (137.289).