El número de muertos por el derrumbe de dos edificios irregulares en una favela de Río de Janeiro subió este martes a 15, informaron los bomberos, que siguen buscando a nueve desaparecidos bajo los escombros.
Los últimos cuatro cuerpos -tres mujeres y un menor de edad- fueron hallados entre la madrugada y la mañana del martes.
El desastre, que dejó también diez heridos, ocurrió el viernes por la mañana en Muzema, un barrio con numerosas construcciones irregulares, controlado por milicias parapoliciales que dificultan los controles de las autoridades. Unos 100 rescatistas trabajaban con ayuda de perros y helicópteros en la búsqueda de los desaparecidos.
Aunque todavía no fue determinada la causa del colapso, el barrio fue uno de los más afectados por lluvias torrenciales que la semana pasada causaron inmensos daños en varias regiones de Río de Janeiro, dejando diez muertos. Los dos edificios que cedieron eran contiguos y estaban construidos sobre una ladera, al pie de un cerro rocoso, junto a otras edificaciones.
Numerosos barrios pobres de la zona oeste de Rio son dominados por milicias parapoliciales, que surgieron en la zona oeste pero que hoy controlan 26 barrios de la ciudad, según un informe reciente del periódico O Globo.
Ante la ausencia del Estado y empleando la violencia, estos grupos controlan el territorio y se financian operando clandestinamente servicios como luz, transporte o la venta y alquiler de inmuebles.