Tras fallecer el 17 de septiembre de 2012 en Montevideo, su familia hizo en relevamiento de los bienes que dejó China: durante varias jornadas recorrieron sus departamentos del barrio montevideano
En el marco de diversas actividades por el centenario del nacimiento de la actriz uruguaya China Zorrilla, una subasta de algunos de sus bienes se destaca, ya que los objetos son una muestra representativa de lo que fue la reconocida artista rioplatense.
El pasado 14 de marzo Concepción Matilde Zorrilla de San Martín Muñoz del Campo hubiese cumplido 100 años. En ese contexto, desde ambas orillas del Río de la Plata la fecha no pasó desapercibida y hubo (y todavía hay) varias muestras en homenaje a una actriz que ofició de puente artístico sobre el charco.
Tras fallecer el 17 de septiembre de 2012 en Montevideo, su familia hizo en relevamiento de los bienes que dejó China: durante varias jornadas recorrieron sus departamentos del barrio montevideano de Pocitos y del porteño de Recoleta. Allí encontraron pinturas y esculturas hechas por el prestigioso José Zorrilla de San Martín, su padre, así como decenas de objetos de un altísimo valor afectivo para la recordada actriz de «Esperando la Carroza», entre otras joyas del cine y el teatro.
Ahora, algunas de esas pertenencias salen a subasta: la jornada de venta será el 4 de mayo en Montevideo y el encargado de la operación será Sebastián Zorrilla, cuyo abuelo era primo de la artista.
«La subasta consiste en 160 lotes de objetos, cuidadosamente seleccionados por nosotros y sus 22 sobrinos para mostrar un poco lo que era China. Más que el valor económico, se destaca el valor afectivo», señaló el director de Zorrilla Subastas.
En diálogo con NA, el titular de la casa de subastas remarcó que «China tenía una energía especial, mucha personalidad» y que ese rasgo distintivo se ve también en los objetos que saldrán a la venta: allí no sólo se puede notar el legado de su padre, sino también algunos de los vínculos artísticos de la actriz, así como el cariño del público.
En ese sentido, hay obras de los pintores Rafael Barradas, Hugo Sartore, Ignacio Iturria; un colgante que le regaló la empresaria Amalia Lacroze de Fortabat; una bandeja de metal que le obsequió Mirtha Legrand; un dibujo de Federico García Lorca; una carta de Manuel Mujica Lainez; libros de Carlos Páez Vilaró, Eduardo Galeano, Mario Benedetti, Fernando Peña y Jorge Guinzburg, entre otros, todos autografiados y dedicados a China Zorrilla.
No faltan reconocimientos por su carrera, afiches de obras de teatro y otros objetos que le fueron regalados, como una pequeña estatuilla de Elvira Romero de Musicardi, su personaje en «Esperando la Carroza», o un mini teatro con una escena de «El diario privado de Adán y Eva», que le obsequiaron tras realizar la obra en el Cine Teatro Ítalo Argentina del partido bonaerense de Capitán Sarmiento en 2009.
Previo a la subasta, personajes como Susana Giménez, Carlos Perciavalle y Amalia Amoedo (nieta de Amalita Fortabat) destacaron la figura de China Zorrilla y el modo en que los objetos a la venta representan fielmente a la actriz uruguaya que ellos conocieron.
«Aquel departamento de la calle Uruguay era una extensión de la propia China, era su reflejo: sencillo, pero poblado de cosas lindas, donde cada objeto tenía una historia que contar, desde los libros hasta las mesitas plegables que movía de un sitio a otro, con ese estilo ecléctico total y simple a la vez, que tan bien la definía. Era hippie y era paqueta, en una sintonía única, indiferente al valor de las cosas materiales de las que elegía rodearse. Así vivía, entre los regalos de sus fans y las obras de arte del gran creador que fue su padre, al que tanto admiró siempre», remarcó Susana.
Por su parte, Soledad Silveyra manifestó: «Contemplar los objetos que le pertenecieron y la acompañaron en su intimidad será para algunos una nueva visita, y para otros, quizás, un descubrimiento. Quisiera, especialmente, que la juventud que sé que la admira apreciara en este rincón lo que supone la simpleza, la simpleza de lo bello, de una vida construida con recuerdos de infancia, sin los grandes lujos que, uno podría imaginar, han de acompañar siempre a aquellas personas que alcanzan el renombre».
El precio base del total de los lotes a subastar es de poco más de 30 mil dólares, aunque la puja entre los interesados terminará de definir el monto final: las pinturas de José Zorrilla de San Martín arrancan en 1.500 dólares y algunas prendas de China Zorrilla, como estolas o chalinas, pueden conseguirse a partir de 80 dólares.
Sebastián Zorrilla confía en que la subasta, que será online, presencial y por teléfono, concluirá con los objetos «en manos de coleccionistas que la hayan querido» y quieran atesorar al menos una pizca de aquello que la China representó para el Río de la Plata.