Por Marisa Zemeñuk
Se ultiman los detalles en lo que será la primera gran contienda electoral de este 2019: las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias, que medirán fuerzas entre los precandidatos a presidente del país para el próximo período y sólo definirán una interna en esta categoría. Al respecto, CLG dialogó con Julia Strada, politóloga, Doctora en Economía y periodista sobre la actualidad monetaria de Argentina, lo que se viene y todo lo que está en juego en los comicios venideros.
El sábado pasado Strada estuvo en la peatonal de la ciudad charlando con los rosarinos de coyuntura económica, política nacional, «de cómo estamos y para dónde vamos». «Varios sectores coinciden. No sólo es el diagnóstico de la oposición, sino también hasta de sectores que votan al oficialismo o son no tan críticos del mismo. Todos coinciden en que hay un horizonte negativo y creo que el aporte que podemos hacer en este debate presidencial o pre presidencial tiene que ver con pensar causales”, apuntó.
“Hay una necesidad de preguntarnos a los que nos dedicamos a la economía qué es lo que va a pasar, si el dolar va a volver a subir, por ejemplo. También una pregunta que muchas veces se transforma en una pregunta personal, es si se va a tener laburo o no, si la jubilación va a aumentar… es decir, una serie de cuestiones que claramente previo a un proceso electoral con dos propuestas tan opuestas es muy difícil saberlo”, resaltó la analista.
El mapa económico de Argentina, bajo el gobierno de Mauricio Macri, según Strada “es más oscuro para los trabajadores en caso de una victoria del oficialismo, porque ya sabemos que está en carpeta una reforma laboral”. Y añadió: “Si no cambian la política económica que han mantenido durante estos cuatro años está claro que la pérdida de poder adquisitivo en los salarios y la destrucción de la industria y el empleo relacionado a ello son parte del programa que se viene”.
Además, la periodista habló sobre la reforma laboral: “Es una agenda de poder económico que es instalada en correlación con lo que está pasando en términos regionales. Lo de Brasil claramente a nosotros nos impacta y de manera negativa, porque ya es una economía que influye muchísimo en nuestro comercio externo. Fundamentalmente es el principal socio comercial y además, si baja su costo laboral como se plantea del punto de vista empresarial, se supone que se agudiza la competencia con Brasil”.
“Me parece importante poder pensar en una reforma laboral propia pero en un sentido progresivo, porque me parece que es una bandera que uno no puede permitir que sea la de la derecha”, subrayó.
Julia Strada, hija de Aldo Strada, destacado referente de la lucha gremial de los metalúrgicos y también diputado provincial por el ARI entre 2003 y 2007, explicó que la reforma laboral debe pensarse desde el punto de vista sindical como lo planteaba su padre: “Pensar en una que cristalice en los distintos convenios colectivos de trabajo distintas conquistas y que incluya el avance tecnológico”. Y remarcó: “Nuestro gran problema es que nos hemos aferrado obviamente a los convenios anteriores, a los convenios previos, a toda esta etapa de transformación. Porque aferrarse a eso es la manera de evitar que te introduzcan cambios precarizantes, pero llega un punto en el cual aferrarse a eso te termina dejando como pretenden desde Cambiemos, como pretende el presidente, en el pasado”.
En otro orden, aseguró que aferrarse a los convenios anteriores termina dejando a los sindicalistas en una postura rígida cuando no es la verdadera postura de los mismos. Tomó como ejemplos a Biró y Palazzo: “Ellos se están planteando discutir las lowcost, en el caso de Biró, y en el caso de Palazzo discutir Mercado Libre. Están apuntando contra las nuevas transformaciones en la economía”. Y agregó: “En todo caso lo que hay es una resistencia a que se incorporen bajo convenios esos trabajadores ‘de las nuevas actividades’ porque son nuevas, pero en algún punto incorporan algunos cambios a lo que ya se hace”.
“Lo que aprendí de mi viejo era que había que ponerse por delante de estas discusiones y no esperar a que lleguen. Gran parte de lo que ha logrado el macrismo es instalar que la reforma laboral es una necesidad del futuro y que si uno no la hace se queda en el pasado, por eso me parece que hay que invertir la ecuación”, resaltó.
Se refirió a las frases de los empresarios Julio Crivelli y Martín Cabrales, quienes reclamaron avanzar en la reforma laboral para que sea más fácil despedir y contratar gente: “Eso en realidad ya existe y se llama tercerización laboral”. Aseguró Strada: “Eso no es nada nuevo, por eso digo que los debates en el mercado de trabajo hay que poder revisarlos históricamente”.
Hizo énfasis, además, en que hay otro debate importante dentro de la reforma laboral en el país en torno a la flexibilidad y la flexibilización, retomando conceptos de su padre Aldo Strada: “La flexibilidad tiene que ver con la polivalencia, con la introducción de nuevas tareas, con que el trabajador tenga otra calificación y otra capacidad en la fábrica o en su función”. Explicó que puede tratarse discutiendo su salario, discutiendo cómo funciona con el resto de los trabajadores, intentando que eso tampoco genere menos tasa de trabajo, pero que “lo que no es discutible es la flexibilización que significa precarización, porque la flexibilización es polivalencia más precarización. El ‘te agrego tareas pero no vas a estar mejor, sino que vas a estar peor’”.
“La tecnología tiene que venir con derechos laborales del siglo XXI. No puede venir la tecnología del siglo XXI con derechos laborales del siglo XX. Me parece que esa es la estrategia empresarial y que creo que la discusión pasa por ahí”, lanzó.
Por otra parte, para finalizar, Strada se refirió al dólar y la inflación en Argentina: “Está controlado estratégicamente previo al 11 de agosto”. Y aseguró: “Hay una decisión muy clara, no sólo del gobierno sino obviamente del Fondo Monetario Internacional, que ha habilitado las decisiones más trascendentes para poder tener el dólar contenido».
“Hay una serie de decisiones que se tomaron en conjunto con el FMI que permiten que el Tesoro venda 60 millones de dólares por día, que el Banco Central pueda vender dólares si es necesario, que la tasa siga en 58% y que se venda dólar futuro a una mayor capacidad de intervención, eso es lo que se necesita para contener al dólar. Es decir, hay toda una materia de herramientas puesta a disposición del tipo de cambio, que se está atrasando porque lo que tenemos es que la inflación no cesó”, explicó.