Desde el Gobierno, analizan la posibilidad de fabricarla en otros países
Rusia reconoció hoy que la demanda internacional de la vacuna contra el coronavirus superó al ritmo de producción, lo que generó demoras en la entrega de dosis, aunque señaló que se analiza la posibilidad de fabricarla fuera del país.
Según publicó la agencia rusa Tass, el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, explicó que los pedidos de varias naciones excedieron «sustancialmente la capacidad de producción existente» de la vacuna contra el COVID-19.
En ese sentido, el portavoz remarcó que la prioridad es inmunizar primero a la población rusa.
«Estamos haciendo un gran esfuerzo para lanzar la producción de la vacuna rusa en varios países en los próximos días», subrayó el funcionario del gigante euroasiático.
Con esa estrategia, Rusia confía en que se «cubrirá la demanda de otros países».
Al ser consultado sobre cuáles serían los países elegidos para trasladar la fabricación de la Sputnik V, Peskov indicó que esa información iba a ser proporcionada por el Fondo de Inversión Directa de Rusia (RDIF), que promueve las vacunas de Rusia en el extranjero.
A comienzos de febrero, el director general del RDIF, Kirill Dmitriev, había asegurado que estaban tratando con laboratorios argentinos para la producción local de la vacuna Sputnik V, pero no quiso mencionarlos hasta que «no terminen las negociaciones».
«Estamos en negociaciones con dos compañías argentinas para que desde allí puedan producir localmente las dosis de la vacuna. Pero aún no tenemos los acuerdos firmados», había manifestado el funcionario ruso.
La Argentina tiene un contrato con Rusia para adquirir la vacuna, aunque por las demoras en la producción hasta el momento solo llegaron poco más de 1.200.000 de dosis en varios vuelos.