Con más de 50 años, este grupo de mujeres trabaja a pulmón para mejorar la estadía de los pequeños pacientes. Cuenta detalles una de las integrantes: Cecilia Forniglia
Por Sofía Dalonse – EQC Noticias / CLG Noticias
Hace más de 50 años que el Hospital de Niños Víctor J. Vilela recibe la asistencia voluntaria de un grupo de mujeres quienes, desinteresadamente y a pulmón, trabajan para mejorar la estadía de los pequeños pacientes.
Cecilia Forniglia es una de ellas. Con empatía y compromiso, desde hace 28 años lleva a cabo esta tarea solidaria. Al hablar de sus comienzos, relató su experiencia personal: «Todo empezó porque no podía quedar embarazada y tenía muchas ganas de estar en contacto con niños. Cuando me enteré de que existía este espacio, no dudé un instante en ir y comenzó esta historia», contó.
Con su delantal verde y la calidez que la identifica, Cecilia estuvo 12 años como jefa, al frente del grupo. Todos los días cumple su jornada en el hospital, sin esperar ningún beneficio material ni económico, con el único propósito de que los niños disfruten y el dolor desaparezca, por lo menos durante ese instante. Ese es su motor principal y el de sus compañeras, que llegan cada día al nosocomio para brindar su tiempo,paciencia, alegría, energía, amor, atención y contención a cambio de sonrisas. «Nuestro servicio se enfoca en el paciente internado, sobre todo en buscar que pase la mejor estadía posible dentro del hospital. Siempre le digo a las chicas que nuestro delantal es símbolo de sonrisas, canciones, juguetes y alegría«, expresó Forniglia.
«También es nuestro fin la formación del grupo humano en sí del servicio, fomentando el compañerismo para poder brindar nuestro mejor potencial«, añadió.
Asimismo, comentó que tras la pandemia el grupo se redujo pero a pesar de eso continúan cubriendo las distintas áreas del hospital. En este sentido, se refirió a la organización de las tareas diarias: «Éramos casi 90 y actualmente quedamos 50, de las cuales un grupito se dedica a acompañar a los niños durante las primeras horas de la mañana, les dan el desayuno a los que están en oncología, en la sala de espera y a los niños internados; el resto nos dividimos en consultorios externos, en las 4 salas de internación y en guardia». Según detalló, cada sala tiene su particularidad: «En quemados como en oncología no podemos llevar peluches, mientras que en el resto de las salas si. En oncología y trasplantes solamente podemos llevar juguetes nuevos. En sala de espera les damos pinturitas que es con lo que más se entretienen», explicó.
En este marco, hay voluntarias que van a jugar, otras que van a charlar con las mamás y papás o quienes cantan y bailan con los niños. «Hacemos un poco de todo, nuestra tarea fundamental es entretenerlos, acompañarlos, pasar un buen momento con ellos y sacarlos de su proceso» . Y continuó: «El niño siempre te pide un juguete y nosotras tratamos siempre de dárselo. Si no es un juguete, es algo para que se entretenga. Y precisamente eso es lo que somos nosotras para ellos, algo que identifican con mejoría«.
Siguiendo esa línea, sostuvo que los avances del pacientes no sólo está vinculado al aspecto clínico, sino también a la importancia de fortalecer sus estados de ánimo, desde la contención y el amor, lo cual consecuentemente va a favorecer el tratamiento. Por otra parte, destacó la solidaridad de la gente que se acerca a dejar sus donaciones o brindar ayuda: «Trabajamos gracias a almas que están dando vueltas, que piensan en nuestro trabajo y nos ayudan, no solo con donaciones materiales».
Forniglia contó que llevaron a cabo distintas campañas a beneficio de los niños, con gran recepción por parte de los ciudadanos y convocó a la comunidad a seguir colaborando: «La gente es muy solidaria y nosotras nos nutrimos de eso; hicimos hace poco la campaña de los peluches y ahora estamos necesitando pañales, medias, pinturitas, libros para pintar y leer«. Al finalizar, manifestó su orgullo de pertenecer a este servicio y de haber sido jefa y concluyó: «El niño tiene esa resiliencia que es maravillosa, a lo mejor puede estar muy dolorido pero cuando recibe estas cosas, le cambia la cara totalmente. Y verlo es increíble, por eso sentimos que recibimos más de lo que damos.
Para colaborar:
Facebook: Servicio de Voluntarias del Hospital de Niños VJVilela
Instagram: @voluntarias vilela