El merendero Mujeres Felices surgió en mayo de este año como respuesta al incremento de la necesidad en el barrio. Actualmente, preparan unas 1400 raciones y piden ayuda para continuar
Por Diego Carballido
Una de las consecuencias de la pandemia en los barrios fue el surgimiento de comedores y merenderos motorizados por los mismos vecinos para tratar de palear solidariamente el incremento del pedido de alimentos.
A Roxana Álvarez, las primeras semanas de aislamiento la dejaron sin trabajo en su peluquería. Sin embargo, no quiso quedarse indiferente al ver que muchos de sus vecinos le pedían ayuda para poder tener algo de comida para compartir con sus familias. Así fue que se organizó, junto con otras seis vecinas del barrio Las Flores, y armaron el Merendero Mujeres Felices.
«Empezamos el 1 de mayo, porque con la pandemia me quedé sin trabajo y veíamos pasar a la gente pidiendo para comer. Le comenté a mi marido, compramos unas leches, hablé con mis vecinas, hicimos una colecta con la que compramos levadura y harina para hacer pan y así arrancamos. El primer día vinieron 13 familias y ahora tenemos unas 85″, detalló Álvarez en diálogo con CLG.
«Hacemos una merienda tres veces por semana; los lunes, miércoles y viernes», compartió Álvarez y agregó: «Todo lo que entregamos es totalmente casero. Pan casero, bizcochuelo, pizzas y torta fritas. Así llegamos a entregar unas 1400 raciones por semana»
La referente de Mujeres Felices explicó que consigue muchos de los recursos gracias a la solidaridad de conocidos y a través de las redes sociales. “Nos pasó de quedarnos sin mercadería, por lo que tuvimos que organizar rifas o poner plata de nuestro bolsillo para comprar los insumos», afirmó Álvarez y agregó que en el último tiempo comenzaron a recibir el apoyo de Desarrollo Social.
«Simplemente somos un grupo de vecinas que vimos la necesidad y nos organizamos. Pero no pensábamos que íbamos a recibir tanta gente», dijo la referente del merendero.
Respecto a la realidad con la que se encuentran cotidianamente, Álvarez no dudó en afirmar que «mucha gente viene porque no tiene para comer, hasta nos han llamado llorando porque no tenían para darle algo a sus hijos”. Un panorama que preocupa y que resulta de que “mucha familias que se han quedado sin trabajo».
«La realidad es que muchos chicos que vienen están desesperado por recibir la merienda y ver algo así te parte el alma», compartió Álvarez y agregó: “Viene gente desde el otro lado del arroyo, y si se llegan hasta acá es porque es lo único que tienen».
Finalmente, la referente hizo extensivo el pedido de colaboración con «harina leudante, leche, levadura, grasa y todo para hacer la merienda», e invitó a quienes se quieren acercar a colaborar con este espacio solidario ubicado en Acoyte 1349 (San Martín pasando Circuvalación), comunicándose al 341- 6887174