El canciller se reunió con Guterres en Nueva York y aseguró que "el reclamo es hoy más firme que nunca"
El canciller, Felipe Solá, se reunió hoy con el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), António Guterres, a quien le pidió que interceda ante el Reino Unido para que el Gobierno de Boris Johnson, «consienta reanudar las conversaciones sobre la soberanía de las islas», informó el Palacio San Martín.
El encuentro con Guterres marcó el inicio de la agenda oficial de Solá en Nueva York, donde participará el próximo jueves de una nueva sesión del Comité de Descolonización del organismo, en la que renovará una vez más el reclamo por los derechos argentinos de soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes.
Durante la reunión, Solá transmitió también a Guterres el compromiso del Gobierno argentino con un «multilateralismo solidario», en el contexto crítico de la Covid 19, y reiteró el apoyo del Gobierno argentino a una liberalización de los derechos de patentes sobre las vacunas e insumos médicos fundamentales para combatir la pandemia, indicó el Palacio San Martín en un comunicado.
De cara a la sesión del próximo jueves, el canciller expresó la renovación del firme apoyo argentino a la misión de buenos oficios encomendada por la Asamblea General al secretario general, cuyo objetivo es lograr que la Argentina y el Reino Unido reanuden las negociaciones de soberanía respecto de la Cuestión Malvinas, de conformidad con el mandato establecido y reiterado en numerosas resoluciones de esta asamblea y su comité especial de descolonización.
Solá y Guterres conversaron además sobre el proceso preparatorio de la Cumbre de Sistemas Alimentarios y sobre los Diálogos de Estados Miembros para la Argentina, realizados en mayo pasado, que nuclearon a una gran cantidad de actores y entidades del sector público y privado, y que representan un aporte fundamental de la Argentina a los debates de la comunidad internacional en torno al tema «Fortalecer los Sistemas Alimentarios para el Desarrollo Sostenible».
Dialogaron además sobre la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, en cuya implementación -aseguraron desde la Cancillería- la Argentina se encuentra «plenamente comprometida a fin de cumplir con los objetivos económicos, sociales y ambientales para los próximos años, y al que considera uno de los proyectos más ambicioso en materia de desarrollo de la ONU».
En el encuentro, Solá estuvo acompañado por su jefe de Gabinete, Guillermo Justo Chaves; el secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, Daniel Filmus; y la representante permanente Argentina ante las Naciones Unidas, embajadora María del Carmen Squeff, quienes también estarán presentes en la sesión del Comité de Descolonización del próximo jueves.
Solá aterrizó esta mañana en Nueva York, donde se encuentra la sede de la ONU, y aseguró que «el reclamo es hoy más firme que nunca», según informó la Cancillería.
El Comité de Descolonización, también conocido como C-24, fue creado en 1961 por la Asamblea General como órgano subsidiario dedicado a cuestiones relativas a la descolonización.
Está integrado por 29 países: Antigua y Barbuda, Bolivia, Chile, China, Congo, Costa de Marfil, Cuba, Dominica, Ecuador, Etiopia, Fiji, Granada, India, Indonesia, Irán, Irak, Mali, Nicaragua, Papúa Nueva Guinea, Federación Rusa, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Sierra Leona, República Árabe Siria, Timor-Leste, Túnez, República Unida de Tanzania y Venezuela.
El pasado 10 de febrero, la Mesa Directiva del Comité Especial de Descolonización de las Naciones Unidas (C-24) ratificó «en forma unánime» su «apoyo a la reanudación de las negociaciones entre la Argentina y el Reino Unido para encontrar una solución pacífica a la controversia de soberanía sobre las Islas Malvinas».
En esa oportunidad, y durante una reunión con el secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur de la Cancillería, Daniel Filmus, los miembros de la Mesa del Comité de Descolonización reafirmaron su «respaldo a la misión de Buenos Oficios encomendada al secretario general de Naciones Unidas a través de la resolución 37/9 de 1982, en pos de la reanudación de las negociaciones con el Reino Unido como medio para poner fin a la disputa».