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Historias de la Copa Argentina

Sol de Mayo: cuando la plata no alcanza, el presidente se pone el buzo de DT


Por Franco Albornoz

En tiempos de hartazgo por el futbol moderno donde el dinero y el negocio se apropian del juego, la Copa Argentina muestra que el amor puro por el deporte todavía existe. Y saca a la superficie el sacrificio de muchos clubes, técnicos y futbolistas del ascenso.

Una historia de esas que conmueven y revitalizan la pasión, es la del humilde Sol de Mayo de Viedma (Río Negro), el rival de Rosario Central por los 32° de final del certamen federal, quien decidió por motivos de presupuesto que su presidente, Adán Valdebenito, se convierta también en entrenador del primer equipo.

El hombre de 52 años posee una enorme identificación con Sol de Mayo, a donde llegó proveniente de su Lamarque natal para empezar a jugar en la escuelita de fútbol del club y sellar para siempre su vínculo con la entidad, que hoy continúa más vigente que nunca.

«Tenía 7 años cuando arranqué en la Escuelita. Después pasé por las inferiores y jugué en Primera. Al retirarme fui directivo y hace varios años soy el presidente», contó Valdebenito a CLG.

“En el interior carecemos de presupuestos. Y de esta manera podemos traer dos o tres jugadores más. Sé que no es lo correcto, pero es lo que había que hacer para fortalecer y quedarnos en la categoría”, agregó.

Valdebenito, que para poder sobrevivir trabaja como administrador de Salud en un Hospital local y además analista programador de sistemas, sueña con poder derrotar a Central y así avanzar en el certamen, pero también sabe que la misión no será sencilla.

“Rosario es la cuna del fútbol argentino. No la vamos a tener fácil, pero con nuestras armas lo vamos a intentar. Hay que ser realistas, nos puede agarrar en un buen momento por ritmo de juego, pero el favorito es Central”, agregó el DT del equipo rionegrino, que en la actualidad cuenta con 320 socios, pero aprovechará el partido frente al conjunto de Arroyito para sumar nuevos ingresos.

“El club tiene 7 disciplinas, y con esto aprovecharemos para hacer una campaña societaria con el objetivo de llegar a 1.000 o 1.500 personas”, agregó Valdebenito, quien explicó que la entidad se modernizará y sumará un espacio de primer nivel para entrenar.

“Estamos en un predio de 7 hectáreas, con un valor de tierra muy alto, y un Casino que se quiere instalar nos ofreció comprarnos dos. Lo que nos permitirá crecer, reacondicionar las instalaciones y sumar un gran terreno para que el equipo pueda practicar”, cerró.

Diego Galván, el ex River que volvió a sus orígenes

“Es un fenómeno. Y muy humilde. Ganó la Copa Libertadores, entre otros logros, pero siempre se sacrifica al máximo en cada entrenamiento». Con esas palabras describió Valdebenito a uno de sus máximas figuras, nada más y nada menos que el ex River, Diego Galván.

Después de 15 años como profesional y 13 en Primera División, con un Apertura y una Copa Libertadores en su palmarés, Galván volvió a su querido Sol de Mayo. Con 35 años el 20 de diciembre de 2017 inmortalizó su nombre en la historia del club: fue el capitán del elenco que consumó el ascenso al Torneo Federal A, el primer equipo de Viedma en escalar hasta el tercer escalón del fútbol argentino.

Con el Pincha escribió sus días más gloriosos: fue campeón del Apertura 2006 y de la Copa Libertadores 2009. En aquella campaña que consagró al elenco de Alejandro Sabella en América, Galván marcó el gol en la ida de las semifinales frente a Nacional de Uruguay. Aunque no jugó en la final frente a Cruzeiro, en Belo Horizonte celebró el título junto a sus compañeros.

En Viedma se convirtió en ídolo. Después del triunfo en la vuelta de la final frente a Ferro Carril Sud de Olavarría, Galván lloró y los 4.000 hinchas que fueron testigos del ascenso corearon su nombre.