En el encuentro de tres horas y media, en la Quinta de Olivos, los sindicalistas le explicaron por qué buscan que suba un punto el aporte de los trabajadores al sistema de salud.
El presidente Alberto Fernández almorzó hoy con los dirigentes de la «mesa chica» de la CGT, con quienes analizó la propuesta de los sindicalistas de aumentar los aportes que hacen los trabajadores y las empresas para las obras sociales, a fin de paliar las serias complicaciones financieras que atraviesan para cumplir con sus prestaciones.
Al encuentro en la Quinta de Olivos asistieron los dos secretarios generales de la CGT, Hétor Daer y Carlos Acuña, como también Andrés Rodríguez (UPCN), Gerardo Martínez (UOCRA), Antonio Caló (UOM) y José Luis Lingeri (Obras Sanitarias).
La fórmula que negocian el Gobierno y la CGT para compensar la caída del sistema de obras sociales por la pandemia -que ya había sido presentada al ministro de Salud, Ginés González García- es elevar del 3% al 4% los aportes de cada trabajador que se descuentan del sueldo bruto y del 6% al 7% los del empleador.
En caso de concretarse la reforma, las contribuciones del trabajador y del empleador ascenderían en total del 9% al 11%, según trascendió.
A su vez, también se habló de la necesidad de retomar el diálogo tripartito con los empresarios (Consejo Económico y Social), a fin de impulsar la producción para salir de la crisis de cara a la pospandemia.
La reunión sirvió también como un gesto de Fernández hacia la cúpula cegetista, luego del almuerzo que mantuvo hace dos semanas con el camionero Hugo Moyano, rival interno de los dirigentes de la conducción de la central.